Dedicado a tod@s l@s niñ@s del mundo

El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender (Montaigne)

lunes, 11 de diciembre de 2017

Zancadillas en Educación

* http://salamancartvaldia.es/not/166856/zancadillas-en-educacion/

Si hablamos de la educación necesaria para una integración social e incluso para una educación terapéutica, hay profesores que se pueden considerar virus para la autoestima y la tolerancia a la frustración de alumnos muchas veces que han tenido una vida difícil, pero que incluso pudieran ser genios si se les diera la oportunidad creativa y no sólo se les ofreciera una domesticación.
Pongo como ejemplo una chica que va al Salinas y no aprueba, ni está motivada. Sin embargo en una FPB de cocina está maravillosamente y aprobando con facilidad. Pues el orientador de turno se niega a hacerle un informe para poder regularizar su situación y que saque la ESO de esa forma y salga de la calle. Pues ese determinado funcionario, que se amparará en una ley que le permite hacer un bien trascendente a una niña sufriente, le hará un mal intencionado por una insana soberbia. No busca el bien de la menor que dicta la ley de protección a la infancia sino una demostración de poder orgullosa y que desprecia la vida de una niña.
La pretendida supremacía de los malos profesores que se regodean dificultando las cosas a los alumnos, que se creen exigentes por hacer memorizar sin argumentos y cuanto más mejor, esos que presumen de suspender y de duros, esos que se vengan de su amargura suspendiendo. Esos no tienen ni idea de la educación cooperativa por proyectos, del aprendizaje servicio y del amor a sus alumnos.
Algunos de estos los hay en todos los niveles educativos. A veces me preguntó algún decano sobre los chicos de prácticas que iban a la Casa Escuela y le contesté que inversamente proporcional a las notas que le ponían.
Esto no es una crítica a todo el profesorado, del que formo parte,  sino a aquellos amargados que pretenden amargar a los alumnos. Los hay apasionados, que trasmiten ganas de aprender y que disfrutan de sus alumnos, estos profesores y maestros comprometidos queremos que sean mayoría y no sirve como excusa la LOMCE, ni la selectividad.
No puede ser que ya desde niños tengan que hacer más horas de estudio y de deberes que los propios adultos. Hacen más de ocho horas de trabajo y si además hacen algún deporte, conservatorio, etc. Esto se llama explotación infantil e incluso a adolescentes o a jóvenes en la Universidad, no les deben robar los mejores años de su vida y orientarlos a disfrutar en la jubilación que quizá ni tengan. No nos volvamos locos y permitamos que vivan con mayúsculas.
No puede ser que los estudiantes de medicina pisen tan poco el hospital y les hagan memorizar hasta la extenuación simplemente porque han entrado con notas altas. Esa no es la forma de hacer buenos médicos, porque cuando llegan al final llegan cansado y puede que casi con ganas de revancha. Hay que facilitar que disfruten, que se realicen como personas cada día, que lo que estudien lo entiendan y les haga más felices.
La educación es un derecho y uno de los principales motores de una sociedad sana, no nos convirtamos los maestros y profesores en cómplices de políticos corruptos que no quieren que los jóvenes piensen por sí mismos porque se les acabaría el chollo y habría una transformación social que exigiría justicia, porque entonces sí habría una verdadera democracia. Darle tiempo a los jóvenes para pensar y experimentar con su vida y a los niños para jugar. Serían menos necesarios los psiquiatras y los carceleros, los necesitarían menos los alumnos, los profesores y los padres.

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