Dedicado a tod@s l@s niñ@s del mundo

El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender (Montaigne)

sábado, 16 de marzo de 2024

Memoria histórica. Historia silenciada

 * https://www.tercerainformacion.es/articulo/memoria-historica/15/03/2024/lanzan-aulas-con-memoria-un-proyecto-pedagogico-para-ayudar-a-ensenar-la-historia-silenciada-de-nuestro-pais/?fbclid=IwAR2hvsXdmqTif8qEt41X5u2joRr0PJo4_9A5UCNR1Sxsv_HQ9pvFWYD12Zc

Lanzan “Aulas con Memoria”, un proyecto pedagógico para ayudar a enseñar la historia silenciada de nuestro país

El proyecto ha sido elaborado por profesorado, historiadores, expertos en archivos, sociología o didáctica.

El proceso irá creciendo en contenidos y pretende ser un punto de referencia para docentes de historia.


La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) lanza la web Aulas con Memoria; un proyecto pedagógico, elaborado por un grupo interdisciplinar de personas expertas en diversas materias, que trata de facilitar a la docencia materiales para la enseñanza de la historia reciente.

La web se presenta mañana sábado con la proyección de la película “La lengua de las mariposas” y un coloquio entre el escritor Manuel Rivas, autor del relato en el que se basa el largometraje, y un grupo de profesores y profesoras que han elaborado los contenidos de Aulas con Memoria.

Su creación responde a la demanda de algunos docentes que se han dirigido a la Asociación solicitando materiales para la enseñanza de los contenidos relacionados con la memoria histórica y otros que observan actitudes antidemocráticas entre su alumnado, que en buena parte podrían deberse a la ignorancia acerca del pasado.

Aulas con Memoria es un proyecto de la ARMH que nace de la necesidad de contar la historia silenciada de nuestro país. En 2022, un grupo de expertas y expertos en historia, filología, sociología, didáctica y pedagogía, junto con archiveras, decidieron colaborar para crear materiales didácticos, situaciones de aprendizaje y proyectos interdisciplinares que pudieran utilizarse en el aula. Desde septiembre de 2023, estos recursos digitales están disponibles en www.aulasconmemoria.com. El proyecto se encuentra en su fase inicial y se actualiza asiduamente con recursos y materiales. La web ofrece la posibilidad de que los profesores y profesoras se inscriban en ella para recibir noticias e información de nuevos materiales y publicaciones.


lunes, 4 de marzo de 2024

En contra de los deberes para casa

 * https://www.facebook.com/reel/901838671625748

En la escuela, lo de la escuela

En casa, lo de casa

* https://educacionrespetuosa.com/blog/5-razones-decir-no-los-deberes


5 Razones para decir No a los deberes

El debate sobre los deberes para casa no viene de ahora, pero sí que es verdad que en los últimos años el posicionamiento de grupos de familias y de profesorado en contra está creciendo. Parece que poco a poco se va tomando conciencia no sólo de falta de necesidad de los deberes para el aprendizaje óptimo de los niños y niñas, sino también de los efectos perjudiciales que tiene en muchos aspectos a nivel emocional, motivacional, social, familiar o incluso, físico.

Escuchar el programa:

En este pequeño artículo os expongo algunas de las razones por las que, desde mi punto de vista, tanto familias como centros educativos deben posicionarse en contra de esta practica tan extendida. Para ello, se necesita una nueva mirada a las formas de aprendizaje infantil y poner en valor el derecho a un infancia respetada, sana y feliz.

Razón 1: Generan problemas de motivación

Obligar diariamente a realizar tareas aburridas y sin significado para la vida  real que además ya se han realizado durante la jornada escolar puede generar un gran rechazo a la escuela y disminuir enormemente las ganas de aprender.

Tenemos asociado el aprendizaje a el lápiz y el papel, a ejercicios repetitivos de memoria sin sentido y sin embargo, el aprendizaje es un proceso continuo que se da dentro y fuera del aula y que necesita de la emoción para poder interiorizarse.

A través de las actividades diarias que puedas hacer en familia o con amistades se aprenden muchísimas cosas relacionadas con el mundo académico como conceptos matemáticas o lingüísticos. Pero también es importante que tengan tiempo para otras facetas del desarrollo humano que en la escuela normalmente no se les permite un tiempo. Si tu hijo o hija va a ser músico, o pintora, o fotógrafa, o actor, necesita tener tiempo para su pasión para poder, a pesar de la escuela, desarrollarse en ese ámbito que es probable que sea al que quiere dedicar su tiempo de vida, con el que podrá ganar dinero y seguir conectado con lo que le gusta y le hace sentir bien.

Razón 2. Aumentan  la ansiedad infantil

Al reducir sus espacios de desconexión y disfrute completo.  Y el estrés y la ansiedad dificultan los procesos de aprendizaje.

Además, el tema de los deberes es un tema de preocupación y conflicto casi diario en muchos hogares. Cada nuevo curso me encuentro con muchas consultas, especialmente de madres agobiadas para poder cumplir con la montaña de cosas por hacer en casa que traen los niños y niñas cada día. Me encuentro con familias que tienen discusiones diarias por el tema de los deberes. Madres estresadas intentando motivar, hacerles divertido los ejercicios, poniendo todos sus recursos de payasas, entrenadoras motivadas o dictadoras firmes, con tal de conseguir que sus hijos/as hagan los deberes e incluso algunas que optan por hacérselos ellas mismas porque lo ven excesivo pero tampoco quieren enfrentarse al sistema ni que sus hijos/as sufran consecuencias por no hacerlos.

Familias que se quedan sin irse de excursión un fin de semana  a disfrutar de su tiempo juntos porque el niño tiene deberes. Padres y madres invirtiendo muchos recursos temporales, emocionales y en muchas ocasiones monetarios para pagar una profesora particular o una academia que se ocupe de que sus hijos/as cumplan con su deber escolar.

Y yo me pregunto ¿es que no es suficiente que de forma obligatoria tengan que estar durante 5 o más horas en un centro escolar?, ¿ no han cumplido ya con su deber diario que tenemos que alargar su jornada unas horitas más?. ¿Quién de vosotros disfruta de un trabajo que una vez termina su jornada tenga que llevarse una montaña de trabajo para casa o incluso fines de semana y vacaciones?, ¿no es suficiente que de forma obligatoria tengan que estar durante 5 o más horas en un centro escolar?, ¿no han cumplido ya con su deber diario que tenemos que alargar su jornada unas horitas más?. ¿Quién de vosotros disfruta de un trabajo que una vez termina tu jornada tengas que seguir trabajando en casa o incluso fines de semana y vacaciones?. ¿No generaría eso problemas a nivel de relación de pareja?. ¿Cómo se sentiría el niño o niña con esa mamá o papá que viene del trabajo pero tiene que seguir trabajando y no puede ni jugar un rato con él?

Entendemos perfectamente al adulto que ante un trabajo de ese tipo muestre síntomas de estrés, tenga quejas, se sienta cansado e incluso, tenga deseos de no ir a trabajar, odio hacia su jefe que le tiene agobiado, intente escapar de su exceso de trabajo con trampas, etc. ¿ Pero cuando se trata de nuestros niños o niñas somos tan conscientes su realidad estresante y somos comprensivos?

Os dejo un vídeo de una especie de experimento social que me pareció que transmite este mensaje muy bien:

Razón 3. Promueve la desigualdad en clase

Esta afirmación puede no entenderse de primeras pero así es. Los niños y niñas que tienen un sistema familiar que les puede dar apoyo, seguridad, estabilidad o acompañamiento para que realicen las tareas normalmente tendrán las tareas realizadas cada día. Además, si son padres con un nivel socioeconómico, tendrán las tareas BIEN hechas porque tienen un padre o madre con un nivel cultural  suficiente para ayudar y guiar en las tareas o bien, con un nivel económico suficiente para pagar una persona de apoyo o academia, que incluso puede hacer que el niño o niña tenga más nivel que el ofrecido en clase, por ejemplo, suele pasar a menudo con el tema del inglés o la música.

Por lo tanto, estos niños y niñas que en sus casas tienen una situación ventajosa después en la escuela serán reforzados positivamente por el profesorado con puntos positivos, más nota en la asignatura porque tiene hechos los deberes o tiene muy ordenada y limpia la libreta.

Sin embargo, los niños y niñas en una situación familiar desfavorecida que no cuentan con la disponibilidad y atención de sus padres, o que tienen padres con habilidades académicas bajas o pocos recursos económicos, para compensar recibirán en clase el castigo, una amenaza o humillación por no traer los deberes hechos o la crítica o la burla por traerlos pero tener errores.

Por otro lado, la evaluación sobre el aprendizaje que se realiza en la escuela debe realizarse sobre los contenidos y competencias trabajados en horario escolar y no fuera de este.

No es justo que se evalúe a un niño o niña por como invierte su tiempo cuando está en familia.

Después de estas palabras creo que queda claro como el uso de deberes contribuye de forma clara a afianzar la brecha entre niños y niñas de diferentes clases sociales o con familias más o menos estructuradas y favorecidas de un aula.

Razón 4. Ninguna ley obliga a poner deberes

La ley está hecha para que en las horas lectivas se cubran los contenidos.

NO existe ninguna ley que exija la utilización de los deberes como práctica.

Según marca la ley, la educación debe ser personalizada y atender a las necesidades de sus alumnos/as. Además, la nueva ley de competencias habla de la necesidad de realizar metodologías activas, donde el niño o niña aprenda de la experiencia en entornos contextualizados.

Bajo este prisma no tiene ningún sentido enviar actividades iguales para todo el alumnado, actividades que normalmente son fichas, descontextualizadas de la vida real del niño y puramente pasivas.

Razón 5. El derecho al descanso

SÍ existe un derecho fundamental el niño a jugar, descansar y participar en actividades recreativas y culturales que muchas veces se ve mermado por este tipo de práctica del sistema escolar.

En muchas ocasiones, el tema de los deberes también les reduce el tiempo de recreo durante la jornadas escolar porque se les obliga a permanecer en clase hasta terminar la tarea “para no tener deberes en casa”, castigando de nuevo a los niños y niñas con un ritmo de acción o de aprendizaje más lento que los otros y reduciendo el tiempo de almuerzo y descanso tan necesario.

Las prescripciones de salud infantil ofrecidas por la OMS se posicionan en contra de los deberes ya que se recalcan las prioridades de las necesidades básicas de los niños (descanso, movimiento, etc) y de los hábitos alimentarios. Además, yo me pregunto ¿si en nuestro trabajo es ilegal que nos dejen sin tiempo de descanso en nuestra jornada por qué iba a ser correcto hacérselo a los niños?

Sin duda, con los deberes estamos contribuyendo a una infancia pasiva, que pasa muchas horas al día sentada sin hacer ejercicio, que pierde oportunidades para estar en el parque, al aire libre y socializarse con amistades. Por no hablar de los problemas a nivel físico que se pueden producir en la espalda de los niños en desarrollo con el peso de las mochilas excesivo diario cuando tienen que cargar libros cada día de casa a la escuela y de la escuela a casa. Os recomiendo este artículo de «Lucía mi pediatra» que habla del tema.

Alternativas a los deberes

Partiendo de que no hay necesidad ninguna de los deberes, muchas veces, incluso en escuelas con una línea pedagógica bastante alternativa me han preguntado si existe alguna otra alternativa, si se pueden hacer recomendaciones y de que tipo las haría.

Primero, para mí, es importante que nuestra mirada no esté enfocada en acelerar procesos de aprendizaje sino que las propuestas vengan de una voluntad de  enriquecer el ambiente familiar y de mantener una colaboración de trabajo en coherencia y apoyo mutuo entre casa y escuela. Además, estas actividades pueden ayudar a que las familias puedan tomar conciencia sobre los procesos de aprendizaje  continuo que se dan en la vida cotidiana, donde no se necesitan libros de texto ni maestros, sólo facilitarles experiencias  a sus hijos e hijas.

Así que os voy a dejar una lista de posibles recomendaciones no obligatorias. Es importante marcar esta diferencia ya no son deberes son actividades que se harían de forma voluntaria por placer y disfrute.

Ejemplos:

Hacer la lista de la compra con papá y mamá. Es una manera de aprender la lectoescritura

Ir a comprar y que permitir pagar al niño o niña. Es una forma de aprender las matemáticas.

Preparar una receta con mamá o papá . Se aprende lectoescritura en los ingredientes, matemáticas con los gramos, litros, tiempo de cocción. Se aprende naturales con la temperatura o los cambios de estado fusión, evaporación, etc. Si son recetas del mundo se aprende geografia…

Salir a la naturaleza a recoger minerales y piedras o bichos o flores para luego clasificar en clase puede ser una actividad de medio ambiente.

Proponer que planteen en casa diferentes plantas según temporada y que observen los diferentes procesos.

Recomendar a las familias que permitan a los niños y niñas tener voz para planear las excursiones de fin de semana o viajes, viendo mapas, marcando el recorrido, entendiendo los puntos cardinales.

Enseñarles a utilizar la biblioteca del colegio o del barrio y fomentar la lectura cuentos con la familia

Recomendar juegos educativos para jugar en casa

Ofrecer música con canciones en diferentes lenguas para escuchar y bailar en casa

Proponer tareas de investigación a través de las nuevas tecnologías o a través de hacer visitas a algún sitio

Proponer que hagan entrevistas a alguna persona a la que tengan acceso por ejemplo, los abuelos para saber sobre temas de historia contemporánea como la época franquista.

Proponer tareas creativas haciendo vídeos, fotos, stop motion, una pintura, collage, escultura, maquetas, crear un cuento, etc. sobre algún tema que les interese.

Informar a los niños y niñas e invitarles a participar en proyectos, jornadas, concursos de instituciones externas.

Montar exposiciones, bailes, obras de teatro, espectáculos para la comunidad educativa.

Colaborar con los niños y niñas con alguna ONG de la zona en alguna labor de servicio a la comunidad.

Crear un blog, un programa de radio o periódico del colegio hecho por ellos y ellas donde puedan expresar sus inquietudes e intereses.

Informar  a las familias sobre exposiciones en museos interesantes y actividades de ocio educativo de la zona.

jueves, 8 de febrero de 2024

En Gomecello. Salamanca. Hay una Escuela diferente

 * https://www.facebook.com/share/etRio8YnuRZN6VDk/

* https://www.colegioruralsendas.com/

¿Qué es Sendas?



SENDAS ES UN COLEGIO…

Donde el alumnado, de infantil y primaria, aprende de otra manera. De manera activa, participativa y colaborativa; sin libros de texto, deberes ni exámenes Pero sí somos un colegio que educa en competencias para la vida y en contenidos curriculares.

SENDAS ES UN COLEGIO RURAL…

Ubicado en Gomecello, un pequeño  pueblo a 14 km de la ciudad de Salamanca, comunicado con ésta por autovía. El cole cuenta con más de 2.000 m2 de zonas verdes y está rodeado de cultivos, animales, caminos, huertos y naturaleza, que forman ya parte del cole.

SENDAS ES UN COLEGIO RURAL HOMOLOGADO…

 Por la Junta de Castilla y León. Los niños y niñas que aprenden en Sendas lo hacen adquiriendo el currículo oficial, aunque no siguiendo un temario desarrollado por terceros. Las competencias oficiales se adquieren partiendo de la curiosidad y el interés del alumnado y el profesorado introduce los puntos del currículo en los proyectos elegidos por los peques.

SENDAS ES UN COLEGIO RURAL, HOMOLOGADO Y UNITARIO…

Los espacios son compartidos por alumnado de distintas edades. Niños y niñas de 3 a 6 y de 7 a 12 investigan, interactúan, colaboran, juegan juntos. Es labor del profesorado adecuar las tareas a las capacidades individuales que no siempre marca la edad. Creemos que el ambiente educativo se enriquece en el entorno unitario.

SENDAS ES UN COLEGIO RURAL, HOMOLOGADO Y UNITARIO DE PEDAGOGÍAS ACTIVAS…

No seguimos una pedagogía concreta. En nuestra metodología los niños y niñas son protagonistas de su aprendizaje porque elijen los proyectos, marcan sus ritmos e intereses, participan en la elaboración de normas, investigan, manipulan, experimentan y desarrollan sus propios materiales. Aplicamos la Teoría de las Inteligencias Múltiples en cada actividad, cada día. No hay una sola capacidad, sino múltiples, todas importantes y valiosas y los peques se reconocen en ellas.

SENDAS ES UN COLEGIO RURAL, HOMOLOGADO Y UNITARIO DE PEDAGOGÍAS ACTIVAS E INTELIGENCIA EMOCIONAL.

Más importante que los contenidos, es la persona. Educamos a los niños y niñas de Sendas en el respeto mutuo de las diferencias, en la empatía y solidaridad, en el amor y el conocimiento de las emociones. Pero también en la responsabilidad y la autocrítica. Lo importante de las emociones es reconocerlas en uno mismo y en los otros para hacernos mejores.

Quiénes sómos

Somos un grupo de familias y profesionales constituidos inicialmente como Asociación para la Promoción de la Innovación Educativa (APIE) y posteriormente como sociedad limitada (Innova Educación S.L.) que se plantea que “otra escuela es posible”.

Para que nuestra iniciativa funcione ha de ser “económicamente rentable de forma alternativa al que convencionalmente se utiliza en el ámbito financiero y bancario” y nos referimos con esto a una viabilidad efectiva y a una sostenibilidad propia del proyecto, sin pérdidas que repercutan en las familias promotoras.

Por ello hemos planteado un modelo autofinanciable a través de las cuotas de las familias y del capital aportado por las socias promotoras.

Además, contamos con la participación en determinados aspectos con profesionales que nos ayudan con sus opiniones y consejos:

Proyecto Educativo de Centro: En esta área un Grupo de Docentes de la Comunidad de Madrid, con amplia experiencia en docencia y en este tipo de metodologías han diseñado las líneas metodológicas claves del proyecto educativo.

Asesoramiento jurídico y legal: Juan Julián Cea García del despacho Actis Abogados, de Salamanca, nos ha prestado consejo, servicios legales y su amistad en cuestiones tales como la constitución de la sociedad así como la elaboración  de los pactos parasociales que acompañan a los estatutos de la Sociedad Limitada titular del centro, donde se plasman los principios que regirán su gestión, como la no distribución de beneficios entre los socios, la paridad y equidad en la distribución de las participaciones, etc.

Comunicación: Diversos periodistas y profesionales de marketing en redes sociales que revisan, asesoran y guían en la relación de la empresa con los medios de comunicación y los posibles usuarios interesados en el proyecto.

El Colegio Rural Sendas se puede visitar durante las horas lectivas. 

¿Quieres venir a verlo? 

✅ Podrás comprobar cómo trabajamos nuestro proyecto actual: Tradiciones del Mundo!🇧🇷 🇦🇷 🇪🇬 🇨🇺

✅ Comprobarás cómo se relacionan el alumnado de distintas edades en el aprendizaje

✅ Verás a nuestras maravillosas docentes en acción

Para reservar tu visita escribe a hola@colegioruralsendas.com indicando nombre y teléfono. Os recibiremos encantadas cualquier día lectivo entre las 12:30 y las 14:00

Centro: 923 350 337

687 500 304 Bego

652 452 468 Paz

699 313 428 Almudena

lunes, 22 de enero de 2024

¿Por qué es imprescindible una educación laica?

 * https://blogs.publico.es/otrasmiradas/79143/por-que-es-imprescindible-una-educacion-laica/?utm_term=Autofeed&utm_campaign=Publico&utm_medium=social&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR1c6u3dU-cyLI0ufNHpHIemoOPoId0aBYmTMzKbI0ZUg-YlBHdI_-LgdIE&doing_wp_cron=1705919966.1424620151519775390625#Echobox=1705903061

ENRIQUE JAVIER DÍEZ GUTIÉRREZ

Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León. Miembro del Grupo de Pensamiento Laico, integrado también por Nazanín Armanian, Francisco Delgado Ruiz, Pedro López López, Rosa Regás Pagés, Javier Sádaba Garay, Waleed Saleh Alkhalifa y Ana Mª Vacas Rodríguez

22/01/2024

Todos los centros educativos, desde infantil hasta la Universidad, sean públicos, privados o privados financiados públicamente (concertados) deben educar laicamente.

La religión es una cuestión vital, no un contenido de examen. Creer es una decisión responsable, no una imposición catequética. La trascendencia es una opción personal, no una decisión obligada. Por ninguna institución: ni la familia, ni la escuela, ni la sociedad. No hay ninguna otra cuestión en la que podamos reclamar tanta libertad personal como en esta.

No tengo que ser católico, judío, musulmán o hindú porque mi familia lo sea. Porque me lo imponga. Ni porque decidan que es lo que más me conviene. Ni porque en mi contexto social sea lo habitual. Ni mucho menos porque en la escuela haya una asignatura al respecto, impartida por catequistas o creyentes en esa determinada religión.

Los hijos y las hijas no son propiedad de los padres ni de las madres. Ni pueden elegir ni decidir la religión de sus hijos e hijas porque consideran que es "lo que más les conviene". Tienen que alimentarlos, vestirlos, cuidarlos para que se desarrollen, explicarles sus convicciones o sus principios, pero no pueden obligarles ni elegir por ellos una opción tan personal y trascendental como es la trascendencia.

Como dice el poeta Khalil Gibran, "tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida, deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti, y aunque estén contigo, no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellos viven en la casa del mañana, que no puedes visitar, ni siquiera en sueños. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerles semejantes a ti, porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer. Tú eres el arco del cual tus hijos, como flechas vivas, son lanzados. Deja que la inclinación, en tu mano de arquero, sea para la felicidad".

En eso consiste precisamente. En ayudarles a que ellos consigan la felicidad. No en imponerles la forma en que tú crees que tendrán que ser felices.

La opción por la trascendencia, por una religión, solo se puede hacer cuando se es una persona adulta, cuando se tienen conocimientos responsables de lo que conlleva realmente y cuando se toma una decisión meditada y pensada. Todos los fundadores de cualquiera de las religiones eran personas adultas. Fuera Jesucristo, Mahoma, Buda o cualquiera.

Todo lo demás que hacemos cuando los bautizamos, los llevamos a catequesis o a clase de religión es solo iniciarlos e incluirlos en rituales y prácticas cuyo sentido ni comprenden ni les ayuda a que tomen, en su momento, una elección meditada y en libertad. Es decir, no les permitimos elegir en libertad si quieren ser católicos, ateos, musulmanes, agnósticos, budistas o simplemente ser humanos.

Por eso nos encontramos que la mayor parte de los jóvenes no practican ni se sienten parte de ninguna religión, sino que cumplen rituales de las costumbres impuestas por la institución religiosa en el contexto donde nacen por la presión afectiva (de su familia), social (del modelo tradicional que siempre han visto), del grupo de iguales (que lo hacen también por costumbre). En definitiva, que se convierte así la religión en su carcasa, en rituales y costumbres sociales que nada tienen que ver con el sentido auténtico de la religión: desde los bautizos (por la presión familiar de los mayores), las comuniones (muchas de ellas por los regalos), las bodas (¡qué más te da, no le vas a dar un disgusto a la abuela, total...!), etc.

Pero tampoco se les da la oportunidad de conocer el ateísmo, o el agnosticismo, pues tras casi mil quinientos años de control de la jerarquía católica en todo occidente, estas opciones han quedado reducidas a minorías ilustradas y a contracorriente y, por supuesto, no hay asignaturas obligatorias en el sistema educativo español que ofrezcan dos horas semanales de formación al respecto, como sí lo hay de las religiones.

Les robamos así una decisión esencial en libertad, que pueden tomar cuando realmente estén preparados para ello. Porque es una decisión vital y trascendental. Una decisión que solo pueden tomar cuando, con la suficiente madurez, empiecen a conocer lo que implica (no se imparte filosofía o metafísica hasta no estar en secundaria, algo que es mucho menos complejo y más fácil de entender que la religión). Es así como hicieron todos los seguidores de los principales líderes religiosos.

Pero parece que ahora se trata de una competición entre religiones para conseguir más adeptos, porque se tiene más financiación por parte de los Estados, más capacidad de presión, más influencia social y más poder por parte de las jerarquías religiosas. Al final, parece que se reduce a una cuestión de poder e influencia.

De esta forma estamos convirtiendo algo que puede ser una vivencia realmente trascendente y comunitaria, incluso un sentido de la vida, en una práctica ritual que deteriora el sentido mismo de la religión. Vemos cómo cada vez más población, con el paso de los años acaba considerando cualquier religión no solo superficial, sino inútil y sin sentido, en buena parte de los casos, como estamos constatando en nuestra sociedad. Y lo que renacen son los integrismos. La imposición y la utilización de la religión como fanatismo, como un arma de choque entre civilizaciones.

Por eso, como católico practicante y comprometido con la Iglesia de Jesucristo, reclamo, exijo, reivindico una actitud laica en la formación de nuestros jóvenes. Y con más motivo aún en todo el sistema educativo. Porque la actitud laica tiene dos componentes: libertad de conciencia y neutralidad del Estado en materia religiosa. Cada persona es libre de ser o no religiosa y de abrazar la religión que quiera o de ser atea o agnóstica, mientras que el Estado debe abstenerse y mantenerse al margen de estas creencias y prácticas personales. En este sentido, el laicismo busca separar esferas (el saber de la fe, la política de la religión, el estado de las iglesias), para garantizar la libertad de conciencia y posibilitar la convivencia entre quienes no tienen las mismas convicciones.

Es imprescindible que todas las religiones, incluida la católica, ocupen el lugar que les corresponde en democracia: la sociedad civil y adulta, no la escuela ni las universidades; que deben quedar libres de cualquier proselitismo religioso. El espacio adecuado para cultivar la fe en una sociedad en la que hay libertad religiosa son los lugares de culto: parroquias, mezquitas, sinagogas u otros.

La Escuela y la Universidad han de ser laicas para ser de todos y todas, para que en ellas todas las personas nos reconozcamos, al margen de cuáles sean nuestras creencias, que son un asunto privado. Por eso, la religión no debe formar parte del currículo. No por motivos antirreligiosos, sino desde un planteamiento pedagógico y social beneficioso para el desarrollo de la racionalidad del menor de edad, de su independencia y autonomía personal, para la que debe ser educado libremente sin que le enseñen creencias que predispongan su mente a comportamientos o dogmas que condicionen su personalidad desde la infancia.

Necesitamos una escuela laica, donde se sientan cómodas tanto las personas no creyentes como las creyentes. Que eduque sin dogmas, en principios y valores humanistas y universales (que muchas religiones comparten, al igual que el ateísmo y el agnosticismo), en la pluralidad y en el respeto a los derechos humanos (que también muchas religiones comparten, al igual, insisto, que el ateísmo y el agnosticismo), en la asunción de la diferencia y de la diversidad y en los valores éticos, no sexistas y democráticos.

La escuela es un lugar para razonar y no para creer. Por justicia, por convivencia en igualdad y por respeto a los derechos humanos y a la libertad de conciencia y de elección de los menores.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Por una Escuela laica. La Religión fuera de las Escuelas, ya!

 * https://www.facebook.com/filmaxpresenta/videos/691259699420970?locale=es_ES

* https://www.fotogramas.es/peliculas-criticas/a45764416/el-maestro-que-prometio-el-mar-critica-pelicula/

Crítica de ‘El maestro que prometió el mar’, con un soberbio Enrique Auquer que recordará a 'La lengua de las mariposas'

Soberbia interpretación de Enrique Auquer en este biopic ambientado en la España de preguerra sobre el profesor Antonie Benaiges dirigido por Patricia Font con Laia Costa y Luisa Gavasa.

Del Charles Laughton de ‘Esta tierra es mía’ (J. Renoir, 1943) al Robin Williams de ‘El club de los poetas muertos’ (P. Weir, 1989), el cine ha retratado, con una sensibilidad no exenta de aplomo, a profesores comprometidos con su trabajo, enemigos de la censura y, siempre, preocupados por sus alumnos. A este grupo de educadores creyente de que la cultura nos hace libres e independientes se une el Antoni Benaiges que interpreta Enric Auquer en un biopic que nos demuestra, una vez más, que la Guerra Civil es un tema inagotable.


‘El maestro que prometió el mar’ nos conduce desde las olas de ese pasado bélico hasta las orillas de este presente pacífico, para celebrar los pequeños logros, pero también dejar constancia de unas carencias. En el relato de la preguerra, la mirada de Auquer, emocionada y cargada de valores, es tan expresiva como sus diálogos. Y, por si no tuviera suficiente con sus problemas familiares, el rol de Laia Costa procura que no se hagan exhumaciones a medias, poner nombres a los protagonistas de las fotos y, en fin, clasificar toneladas de papeles perdidos.




jueves, 16 de noviembre de 2023

Profesores que dejan huella

 * https://www.lavozdegalicia.es/noticia/yes/2023/11/11/alumno-me-corrige-doy-gracias/0003_202311SY11P6991.htm?utm_source=facebook&utm_medium=referral&utm_campaign=fbgen

Manuel Gordillo, el Profe Manolo: «Si un niño me corrige un error, le doy las gracias»

«A los alumnos les digo que venimos al cole a equivocarnos, hay que defender el error», dice el maestro. Él fue un alumno rebelde y es un profesor, con 20 años de experiencia, que triunfa con sus «Deberes de vida» y rompe la «bola de nieve que son las etiquetas cuando entran en las aulas»

La adolescencia no es un lienzo en blanco, es una tela que un sencillo trazo puede rasgar. «En la adolescencia los chicos dibujan su personalidad, y esa personalidad se forma con lo que se proyecta en ellos desde fuera», comienza Manuel Gordillo (Córdoba, 1977), padre de dos adolescentes, profesor de primaria más conocido como Profe Manolo, que triunfa con sus Deberes de vida mucho más allá de las sumas y las restas en las aulas. «Cuando a un niño le dices: ‘Eres, eres, eres’, al final es eso que le dices», observa disparando al efecto Pigmalión que nos condiciona según las creencias que otros tienen de nosotros. «¿Qué ocurre en el sistema educativo? Que hay etiquetas que se van perpetuando», y eso hace, según el profesor, que se perpetúen también las proyecciones limitantes sobre los chavales. «Si un alumno tiene fama de zoquete, y eso se va diciendo, de un profesor a otro, él termina creyéndoselo y la gente que está alrededor creando una bola de nieve. Yo soy de los que rompen esa bola de nieve», afirma el Profe Manolo, que nunca se ha olvidado del alumno que fue. «Es que yo no he dejado de ser alumno... Soy alumno a día hoy. Cada día aprendo cosas».

¿Cómo eras como alumno de niño? «En la etapa infantil, era muy obediente. Luego en la universidad discutía mucho con los profesores, porque no estaba de acuerdo, estaba muy fuera de juego... Y una mente rebelde, creativa o que cuestiona las cosas no suele encajar. Algo que preocupa al Profe Manolo es que hay mucha gente joven en la docencia, «sobre todo en la secundaria, que no ha tenido una formación pedagógica digamos fuerte». «Hay gente joven repitiendo el modelo pedagógico de hace 40 años... Yo a los niños les digo que venimos al cole a equivocarnos. Es importante este enfoque del error. El error está muy castigado. La gente no quiere decir que se equivoca, prefieren disimular o quedarse callados para no suponer un problema», descubre Gordillo.

El profe también falla, por supuesto, y en este caso admite sin temor que se equivoca: «Si un niño me corrige un error, le doy las gracias». A un buen profesor, según Profe Manolo, le distingue la empatía, una cualidad que no quita la exigencia. «Tengo muy presente la perspectiva de un niño cuando afronta algo que no entiende. Cuando trabajan, soy consciente de las dudas que van a tener, de los errores que van a cometer... En un sistema impositivo como el que tenemos es difícil detectar el talento de la docencia. El buen profesor no es el que estudia más o el que mejor se sabe los temas, que también importa, claro. Es el que es capaz de transmitir, de conectar, el que es capaz de divertirse y pasárselo bien. El sentido del humor es fundamentalísimo. Saber ser como un niño y reírte de ti mismo con ellos es importante para que se genere ese ambiente de confianza que es clave para aprender», afirma.

Cada día la escuela abarca más espacios que antes estaban en el ámbito de la familia y «al final la escuela lo que está reflejando es esa necesidad de cuidar a la persona que es el alumno, de saber llegar a él».

«No digo que haya que ser profe-amigo en absoluto, hay una autoridad, pero esa autoridad no la ganas con el miedo. Hay que buscar un equilibrio entre ocupar tu sitio, ser figura referente, y ser accesible a ellos, contarles cosas para que ellos te cuenten. Si no cuentas, tampoco ellos dan», dice Profe Manolo, que lo primero que suele hacer cada día es interesarse por cómo están sus alumnos. «Si queremos que haya comunicación con los niños, ¡no puede ser un interrogatorio!».

LA CULTURA DEL BOLI ROJO

Combinar la exigencia con el acompañamiento afectivo es efectivo, según este profesor. «Es, desde un enfoque de productividad, incluso conveniente. Consigues mejores resultados cuando los niños se dan cuenta de que te importan. Los alumnos por los que más he peleado yo son los que más me quieren. Con los difíciles lo fácil es hacer la vista gorda o dejarlos estar, pero hay que pelear por ellos», dice Profe Manolo, que estima que no hay alumno imposible. «Si ves que un método no funciona, prueba algo distinto, ¿no? Una clave para triunfar en esto es salirte del carril», considera.

En sus veinte años de experiencia docente, ha tratado con alumnos con situaciones muy duras (adicciones, dolencias mentales), pero él no tira la toalla. Esa es una de sus reglas, estar ahí, involucrarse en lo personal, pelearlo.

«Decir lo positivo tiene mucho  peso. ¿Lo hacemos? Muchos chicos que fracasan fracasan por etiquetas. Cuando una etiqueta entra en el cole, es muy difícil sacarla —advierte—, pasa de unos profes a otros. La cultura del boli rojo es pesada... ¿Cuánto tiempo dedicamos a marcar en rojo los errores, a mandar mensajes a los padres, y cúanto tiempo dedicamos a decir: ‘Esto es fantástico, me ha encantado lo que has hecho’. Esa sencilla vuelta cambia mucho las cosas».


Luis Rojas Marcos: «A los 14 años suspendí todas menos dos y me mandaron al colegio de los cateados, donde conocí a doña Lolina»
«Doña Lolina vio algo en mí, me sentó en primera fila y me hizo sentir que era capaz», recuerda el psiquiatra, afincado en Nueva York, donde acaba de correr un maratón a sus 80 años

Primero, la madre. Ella fue la primera fortuna en la vida del prestigioso psiquiatra y escritor Luis Rojas Marcos, que en su adolescencia fue un fracaso escolar, según cuenta en sus memorias y recuerda este otoño en el que viene de cumplir los 80 veranos. Sin su madre, Luis siente que quizá no habría «llegado vivo a los 20».

En la aventura de crecer a su ritmo, como el niño hiperactivo que (sin diagnóstico) fue, también ayudó a este médico afincado en Nueva York una maestra, una mujer severa pero comprometida con su oficio, uno de esos profes salvavidas que Daniel Pennac reivindica en el bestseller Mal de escuela.

Hace unos días, Luis Rojas cruzaba la meta del maratón de Nueva York «a duras penas. Como vencedor lento, la satisfacción fue inmensa. Pero los gritos solidarios ¡Go Luis Go! de los espectadores se transformaron en mi mente en la fuente de energía vital indispensable», contó en X, antes Twitter.

Del inicio de su maratón de vida, mucho antes de esas carreras que comenzó a hacer con más de 40 años, Luis recuerda que fue un alumno «que tenía grandes dificultades para aprobar las asignaturas». «Eso era algo que preocupaba mucho a mis padres. Con 14 años, suspendí todas, menos Religión y Formación del espíritu nacional. Pasé el verano estudiando y volví a suspender en septiembre, de forma que tuve que dejar el colegio en el que estaba», revela.

Así que con 14 y una ristra de suspensos, los padres del joven Luis pensaron que lo mejor era un cambio, que hiciera un oficio, descartando que fuera capaz de estudiar una carrera. «Como última posibilidad, me matricularon en Sevilla en un colegio que llamaban ‘el colegio de los cateados´. En ese centro, había una directora impresionante, que imponía. Y recuerdo que me dijo: ‘Luis, te vas a sentar en la primera fila´», dice el que fue presidente del Sistema de Salud y Hospitales Públicos de Nueva York.

Un inesperado cambio para el chico que solía sentarse en la última fila. «Esa señora, doña Lolina, vio algo en mí y me ayudó. Con doña Lolina, yo empecé a sentirme capaz, a sentir que podía aprobar».

De fracaso escolar, gracias a la visión de una profesora y al apoyo incondicional de su madre Luis llegó a ser un médico eminente y a dar conferencias por todo el mundo. 

Montar un grupo de adolescente y tocar la batería subió considerablemente la nota en aquellos tiempos en que, para él, todo estaba por venir. Luis Rojas Marcos voló a Nueva York con 24 años y fue ganando altura profesional. Siempre destacó a partir de entonces. A la manera de un vencedor lento, que llega a la meta, en vez de con prisa, con paciencia, venciendo el miedo con las ganas de aprender. 

En su libro Somos lo que hablamos, hay un reconocimientos a esas maestras y maestros «intuitivos y persistentes» que le ayudaron a prestar más atención. Y a entender también, posteriormente, que «la noción que los niños tienen de sí mismos es, en gran medida, el reflejo de los juicios de los demás». 

«Nunca olvidaré a doña Lolina -subraya Rojas Marcos-. Gracias a ella logré aprobar un curso que cambió mi vida. No solo fue cómo fui cambiando poco a poco, sino la reacción que se producía a mi alrededor. Mis padres empezaron a sentirse más tranquilos y a estar más contentos conmigo, lo cual a mí también me ayudaba. A ello se unió el descubrimiento de la música, que subió mi autoestima». 

Alguien de la familia de doña Lolina llegó a escribir al psiquiatra hace poco tiempo al ver que él la había mencionado en uno de sus libros. «Hay personas que dejan huella, que te cambian la vida», asegura el médico que sabe ser paciente y que no olvida a esos maestros que le ayudaron a descubrir su valía.