Seguro que alguna vez os habéis preguntado cómo acercar la poesía a los niños, de qué forma lograr que les llegue e incluso que se animen a escribir sus propios versos. Hay muchos libros que han recopilado poemas de grandes escritores para el público infantil, composiciones de Antonio Machado, Jorge Guillén, Rafael Alberti o Federico García Lorca. Es un placer leer con los niños la obra de estos poetas consagrados, pero a veces puede resultarles difícil de entender.
Por eso me gustaría hablaros de una forma poética muy breve y sencilla que puede ser muy atractiva para los pequeños lectores y escritores. Se llama haiku. Es un género poco conocido, originario de la cultura japonesa, pero que cultivan en poetas de distintas procedencias y lenguas, como es el argentino Jorge Luis Borges, el mexicanoOctavio Paz o el uruguayo Mario Benedetti.
Uno de los grandes maestros del haiku, el japonés Matsuo Basho, definió este poemita como “lo que sucede en un lugar, en un momento dado”. Es un poema corto formado en las lenguas occidentales por tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, respectivamente. Suele hacer referencia a escenas y elementos de la naturaleza o de la vida cotidiana.
Basho vio un rana en un estanque y describió:
Un viejo estanque;
al saltar una rana,
ruido de agua.
al saltar una rana,
ruido de agua.
El también japonés Ueshima Onitsura creó un haiku sobre lo que le pasó con una luciérnaga:
“Ven, ven”, le dije,
pero la luciérnaga
se fue volando
pero la luciérnaga
se fue volando
El haiku es fácil de leer y comprender. Por eso es un buen camino para que los niños se interesen por la poesía. Ellos pueden atrapar un instante, describir el momento presente y convertirlo en un haiku. Tienen una creatividad innata.
Podemos empezar a componer nosotros los primeros haikus, para animarles. Sólo hay que estar atento, poner alerta los cinco sentidos, mirar alrededor o imaginar una escena en la naturaleza, asombrarse por algo, y describir lo que queramos tratando de moldearlo en una píldora de poesía de diecisiete sílabas. Tampoco es necesario ceñirse estrictamente a la métrica siempre.
El haiku es breve, pero intenso. Puede evocar muchas cosas.
La escritora española Susana Benet en su libro de haikus La enredadera (Haikus reunidos), escribe:
El gorrioncillo
picoteando un chicle
lleno de hormigas.
picoteando un chicle
lleno de hormigas.
***
Una sonrisa.
En la mano un tomate
recién cogido.
En la mano un tomate
recién cogido.
***
El abejorro,
a un lado de cristal,
al otro, el gato.
a un lado de cristal,
al otro, el gato.
Los haikus intentan suelen hablar de estaciones del año, de animales, de plantas, intentan transmitir sensaciones, sentimientos, emociones, sorpresa ante algo que sucede. Se pueden inventar en casa, en el coche, en la playa, en el parque, el colegio…
Es una actividad enriquecedora que los maestros pueden incluir en sus horas de clase.
Haikus de Lorena, de 9 años
(Pincha encima para ampliar)
Seguro que los niños se animan enseguida a cazar el instante, a inventar sus propios haikus. Tienen una imaginación innata. Es buena idea acompañar los poemas de un dibujo o de recortes de revistas a modo de collage. También se pueden buscar ideas para escribir haikus en fotografías, dibujos de periódicos o en cuadros.
Os sugiero una actividad divertida para familiarizar a los niños con esta forma de poesía. Consiste en seleccionar haikus sencillos y acompañarlos de dibujos para colorear. La idea es que corten y peguen para unir cada haiku con el verso que falta. Aquí os dejo un posible modelo con haikus de Mario Benedetti que encontré eneducandolectores.es.
Podéis imprimirlo. A continuación os he copiado los haikus originales.
Las hojas secas
son como el testamento
de los castaños.
son como el testamento
de los castaños.
La mariposa
recordará por siempre
que fue gusano.
recordará por siempre
que fue gusano.
Los hombres odian
presumen, sueñan
las aves vuelan.
presumen, sueñan
las aves vuelan.
La golondrina
de vuelta a su pasado
no encuentra el nido.
de vuelta a su pasado
no encuentra el nido.
Cuando diluvia
pienso que está cayendo
el mar de arriba.
pienso que está cayendo
el mar de arriba.
Crear haikus es un juego en el que los niños se divierten y usan su creatividad. Al tiempo que lo pasan bien mejoran la comprensión lectora, la métrica, el vocabulario, y lo más valioso de todo, le cogen el gusto a la poesía.
Inés Benítez, periodista y profesora de talleres de escritura creativa infantil.
Contacto@inesbenitez.es
Twitter: @Ines_Benitez
www.inesbenitez.es
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