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miércoles, 8 de octubre de 2025

Dislexia en las aulas

 * https://salamancartvaldia.es/noticia/2025-10-08-maria-jesus-moreta-sobre-la-dislexia-en-las-aulas-salmantinas-se-trata-de-no-machacar-a-estos-ninos-377914?rc=3

María Jesús Moreta, sobre la dislexia en las aulas salmantinas: "Se trata de no machacar a estos niños"


La presidenta de Disfam Salamanca señala que los métodos inadecuados provocan traumas y rechazo a la lectura, reclama una formación universitaria obligatoria y de calidad para los futuros docentes y destaca una guía pionera para evitar errores judiciales con personas disléxicas

Un diagnóstico de dislexia en un niño puede ser una revelación en dos direcciones. Para el pequeño, pone nombre a una lucha silenciosa y a menudo incomprendida. Para uno de sus padres o abuelos, puede ser un eco del pasado, la pieza que finalmente explica por qué la etapa escolar fue un campo de batalla. Esta realidad, junto a la urgente necesidad de formación en las aulas y la creación de protocolos para evitar errores judiciales, son las grandes reivindicaciones que María Jesús Moreta, presidenta de Disfam Salamanca, expone con motivo del Día Internacional de la Dislexia.

¿Qué es la dislexia? Más allá de confundir letras

Lejos de ser una enfermedad que se cura, la dislexia es una condición neurológica que acompaña a la persona toda su vida. "La dislexia es un trastorno del desarrollo que se mantiene durante toda la vida. No es una enfermedad y hay que aprender a vivir con ella", aclara Moreta. Su principal campo de afectación es el lenguaje escrito, dificultando la capacidad de leer con fluidez y precisión, la entonación y la correcta decodificación de las palabras.

Este desafío choca frontalmente con la estructura del sistema educativo. "Como todo el sistema educativo se basa en el aprendizaje de las materias a través de la lectoescritura, es la etapa donde las personas con dislexia sufren más", señala la presidenta de Disfam. Desde los primeros cursos hasta la universidad, la lectura es la herramienta principal, convirtiendo las aulas en un entorno de constante dificultad.

Las cicatrices invisibles

El impacto de la dislexia va más allá de lo académico, dejando secuelas en la salud mental. Moreta destaca un perfil especialmente vulnerable: aquellos con dislexia comórbida con altas capacidades. "Se dan más casos de depresión y de ansiedad, porque comprenden absolutamente todo, pero luego no son capaces de llegar bien cuando se enfrentan a los exámenes", explica, debido a problemas de redacción o faltas de ortografía inherentes a su condición.

Uno de los momentos más temidos es la lectura en voz alta. "Normalmente recomendamos que si un niño no quiere, no se le obligue a leer en voz alta, porque es una manera de exponer en público el problema que él tiene", aconseja. El miedo a tropezar con las palabras frente a los compañeros puede generar una ansiedad que perdura durante años.

Este sufrimiento a menudo se extiende a la edad adulta, cuando muchos descubren su propia condición a través de sus hijos. "Lo que sí nos ocurre mucho en la asociación es que cuando se detecta a los niños suelen aparecer adultos, padres, abuelos, que también la tienen y que no se han dado cuenta", relata Moreta. Para ellos, es la explicación a un pasado doloroso, a "todos aquellos que colgaron los libros porque pensaban que realmente no valían para estudiar", sin saber que el problema no era falta de inteligencia, sino una forma diferente de procesar la información.

La gran asignatura pendiente: la formación del profesorado

Con una prevalencia estimada entre un 4% y un 6% en España, una de las reivindicaciones de Disfam Salamanca se centra en la formación de quienes están en primera línea: los docentes. "Como meta que tenemos en estos momentos está el de la formación universitaria. Que este tipo de trastornos sean incluidos y se extiendan más en los temarios universitarios para los futuros profesores y psicopedagogos", demanda Moreta.

La formación actual, asegura, es "muy somera". Esto provoca que muchos docentes, especialmente en Infantil y Primaria, desconozcan los métodos de enseñanza de la lectura basados en la evidencia científica, que son cruciales para estos alumnos. "Se trata de no machacar a estos niños, que a lo mejor les estás enseñando de un modo que no es el más adecuado, y lo que consigues es un efecto rebote y un rechazo a la lectura", lamenta.

El problema se agrava con los profesores ya en activo, para quienes la formación es voluntaria, y con la actitud de algunos profesionales que muestran incredulidad. "Que tú tengas un alumno en la clase, que sepas que tiene ese problema y no pongas interés o no te lo creas o les digas a los padres que esto es una moda... no es lo más adecuado", denuncia.

Una guía para evitar malentendidos en comisaría

Más allá del ámbito educativo, Disfam ha abierto una innovadora línea de trabajo: la creación de una guía de atención destinada a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. El objetivo es evitar que las características de la dislexia se malinterpreten como mentiras durante procesos judiciales o detenciones.

Moreta explica que las personas con dislexia pueden tener dificultades para recordar secuencias, como los días de la semana o los meses, o confundir datos como horas o nombres de calles. "En las declaraciones, por ejemplo, con la dislexia es normal que se confundan los días de la semana o los meses del año. La guía está especificando esto para que no se computen como que estás mintiendo", detalla. Es una herramienta para que los agentes "tengan en cuenta que se te puede ir ese día de la semana concreto o se te pueden ir el nombre de una calle y confundirlo con otra".

Diagnóstico precoz y el fin de la repetición de curso

Aunque un diagnóstico formal puede tardar, las señales de alerta aparecen pronto. Un niño que tarda más en nombrar colores o que no entona bien las preguntas al leer podría mostrar indicios. La legislación actual, a través de la LOMLOE, respalda la intervención temprana. "Según la LOMLOE, hay que tratar a los niños una vez aparecen los primeros síntomas, aunque no haya ningún diagnóstico", recuerda Moreta. El tratamiento principal es la logopedia, centrada en la conciencia fonológica.

Finalmente, la asociación sigue luchando contra la repetición de curso como única medida. Moreta es tajante: se sigue "mandando repetir curso sin haber adoptado todas las medidas para las adaptaciones que necesita ese niño". Para Disfam, esta práctica es un fracaso del sistema, no del alumno. "Repetir curso al final no le va a servir para nada", sentencia.

La lucha de Disfam, que este año celebra su 25 aniversario a nivel nacional y cuenta con seis años de trayectoria en Salamanca, es una carrera de fondo. "Es muy, muy lento, es muy poquito a poquito", reconoce Moreta. Sin embargo, cada paso es una victoria para que las futuras generaciones no tengan que esperar a ser adultos para entender por qué leer les costaba tanto.


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