Dedicado a tod@s l@s niñ@s del mundo

El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender (Montaigne)

viernes, 25 de julio de 2025

Medidas para proteger a los niños expuestos a contenido tóxico en internet

 * https://www.theguardian.com/technology/2025/jul/24/minister-apologises-to-generation-of-uk-children-exposed-to-toxic-online-content?fbclid=IwY2xjawLwK79leHRuA2FlbQIxMABicmlkETBFNDVJNXByOE5yV2NBZnk5AR7yt8GDlleWqoHODGB3ZehDSQS7WMrkFeoqbmbGBvcNf1CDWlkI7DJLr51DEQ_aem_0v2Jh-x-rsZNFe-ERZFfww

El ministro se disculpa con la generación de niños del Reino Unido expuestos a contenido tóxico en línea.

A medida que entran en vigor nuevas medidas para proteger a los jóvenes en línea, Peter Kyle dice que los políticos fueron demasiado lentos en actuar


El secretario de Tecnología se ha disculpado con una generación de niños que se han visto defraudados por los gobiernos que no los han protegido del contenido tóxico en línea.

Peter Kyle dijo que el tiempo que tomó promulgar leyes para mantener seguros a los niños en línea había “vendido a toda una generación de niños” y que los políticos deben encontrar una forma de actuar con mayor rapidez ante los rápidos cambios tecnológicos.

Kyle hizo estas declaraciones en una entrevista con Mumsnet, el sitio web para padres, con motivo de la introducción de medidas de seguridad en línea para niños que aumentarán la responsabilidad de las empresas de internet para protegerlos de cualquier daño. Afirmó que se trata del mayor avance en la experiencia en línea de los jóvenes desde la creación de internet.

Dos adolescentes con sus teléfonos
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Agregó: “Quiero disculparme con cualquier niño mayor de 13 años que no haya tenido ninguna de estas protecciones, con los padres que se han esforzado y no han podido mantener a sus hijos libres de todo este contenido porque los hemos decepcionado”.

Kyle afirmó que "no se puede permitir que vuelva a ocurrir" que las medidas de seguridad urgentes, necesarias debido a los avances tecnológicos, demoren siete años en entrar en vigor. Añadió que toda una generación de niños ha estado expuesta a "material tóxico tórrido" debido a la incompetencia de los políticos.

Kyle se encuentra bajo presión para intensificar las medidas drásticas contra el uso de las redes sociales por parte de los menores, y su departamento ha estado considerando toques de queda y límites de tiempo para ayudar a prevenir la adicción. Beeban Kidron, par independiente y destacado defensor de la seguridad en internet , instó el jueves a Kyle a actualizar la Ley de Seguridad en Línea para incluir medidas que combatan la desinformación y la naturaleza adictiva de las plataformas de redes sociales.

Kyle declaró a Mumsnet que estaba analizando medidas que podrían implementarse "muy rápidamente" y pidió "un debate nacional sobre cómo es una infancia saludable en línea". "Lo hacemos constantemente fuera de línea. Los padres establecen horarios de queda, dieta y ejercicio como parte del lenguaje y el vocabulario familiar. Aún no hemos tenido ese debate nacional sobre cómo es la salud y cómo es una infancia saludable en línea", afirmó.

Justine Roberts, fundadora y directora ejecutiva de Mumsnet, afirmó que la legislación ayudaría a evitar que los niños se expongan a contenido dañino e inapropiado en línea. Sin embargo, añadió que debe ser "solo el comienzo" de los cambios en la protección infantil en línea, ya que los adolescentes pasan 35 horas semanales en sus teléfonos inteligentes, lo que perjudica su salud mental.

Las grandes plataformas tecnológicas aún exponen a demasiados niños a daños a través de algoritmos adictivos, y los padres están profundamente preocupados por los efectos de las redes sociales en los cerebros aún en desarrollo de sus hijos. El gobierno debe actuar con mayor rapidez y con mayor intensidad para proteger a los niños, afirmó.

La legislación exige la eliminación de contenido ilegal de las plataformas, como los foros sobre suicidio, y la verificación de edad antes de poder ofrecer contenido a menores, limitándolo a mayores de 13 años. X anunció el jueves que introduciría medidas de verificación de edad para impedir que los menores de 18 años accedan a contenido para adultos, incluida la pornografía.

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Kyle sugirió que prohibir los teléfonos inteligentes a los adolescentes no era la solución, ya que muchos padres querían poder supervisar a sus hijos y que tuvieran pases de viaje en sus billeteras, se comunicaran en línea y pagaran digitalmente. "Los propios niños, en su gran mayoría, dicen que hay que estar más seguros en línea, evitar que veamos cosas que no deberíamos ver. Pero, por favor, no nos quiten los teléfonos porque, además, tiene muchos beneficios", dijo.

Cuando se le preguntó si podría elevar la edad de consentimiento digital a 16 años, Kyle dijo que sería algo fácil de hacer si concluyera que era lo correcto.

“La pregunta para mí es, ¿a qué edad se debería permitir a los niños estar en línea y tener acceso a las redes sociales, en lugar de la edad digital de consentimiento?”, dijo. “Puedo aprobar la ley, como lo he hecho, que diga que ningún niño menor de 13 años debería tener acceso a las redes sociales; si lo tienen a partir de los 13 años, debe ser apropiado para su edad. Por ejemplo, ningún niño menor de 18 años debería tener acceso a pornografía. Ningún niño menor de 13 años debería tener misoginia violenta en su muro. No creo que la edad digital de consentimiento suponga el cambio radical que la gente cree”.





jueves, 17 de julio de 2025

Por una escuela más personalizada, inclusiva, equitativa y socialmente transformadora

 * https://elpais.com/mamas-papas/expertos/2025-07-17/yolanda-lopez-doctora-en-educacion-necesitamos-creer-en-una-escuela-mas-inclusiva-mas-equitativa-y-socialmente-transformadora.html

Pedagogía

Yolanda López, doctora en Educación: “Necesitamos creer en una escuela más inclusiva, más equitativa y socialmente transformadora”

La autora de ‘Educar personalizando, personalizar educando’ defiende una pedagogía que reconoce que cada alumno es único con unas características personales, familiares y académicas, lo que ofrece al menor una respuesta más adecuada a sus necesidades y ritmos de aprendizaje


Entender al alumno como un individuo único e independiente, con sus peculiaridades, con sus talentos, con sus conflictos. Este es el fin que persigue la educación personalizada. “Su objetivo principal es transformar el proceso educativo en una experiencia de formación personal, respetando las características, necesidades y potencialidades únicas de cada alumno. Esta concepción busca una educación que no solo transmita conocimientos, sino que contribuya al desarrollo integral de la persona”, explica Yolanda López Iglesias (Igualada, Barcelona, 48 años), doctora en Educación y autora del libro Educar personalizando, personalizar educando (Plataforma Editorial, 2025).

En su primer libro, la pedagoga y experta en altas capacidades ofrece una visión inclusiva de la educación. Los beneficios de las ventas van dirigidos a la asociación AFANOC para los pequeños y jóvenes que pasan por un tratamiento oncológico. “La educación personalizada se define como una concepción educativa con fines pedagógicos que está abierta a todas aquellas aportaciones que ayuden a las cualidades y las posibilidades singulares de cada menor. Si la escuela y las familias fuésemos capaces de darnos la mano, el mundo sería más inclusivo y equitativo para niños y adolescentes”, subraya la experta.

Abuelos que cuidan de sus nietos en verano: qué hacer para que sea mutuamente beneficioso y no un suplicio para ambos

PREGUNTA. ¿Podría citar los principales beneficios de la educación personalizada para el alumno?

RESPUESTA. Los beneficios para el alumno son dos, principalmente. El primero hace referencia al reconocimiento individual. Cada niño y joven es único e irrepetible. La educación personalizada reconoce sus características personales, familiares, académicas y contextuales, lo que permite ofrecer una respuesta más adecuada a sus necesidades. Además, se consigue desarrollar al máximo el potencial del niño o joven, porque personalizar el aprendizaje implica activar todos los recursos posibles para lograr que cada estudiante alcance su desarrollo pleno, tanto académico como personal.

P. ¿Y para la propia educación, los colegios, el profesorado?

R. Personalizar no supone hacer una clase distinta para cada alumno, porque esto es imposible, sino dentro de un aula intentar dar respuesta a todos los niños y jóvenes. Desde un marco más amplio, con la educación personalizada se consigue superar la homogeneización que existe actualmente. La educación tradicional tiende a homogeneizar, es decir, asumir que todos los alumnos parten del mismo punto y deben llegar a la misma meta. Este enfoque puede favorecer a unos y perjudicar a otros. Personalizar evita este riesgo, promoviendo una educación más justa y equitativa. La no personalización supone dejar de ofrecer a cada uno lo que realmente necesita. Y necesitamos creer en una educación más inclusiva, más equitativa y socialmente transformadora.

P. ¿Cuáles son los obstáculos que impiden su implantación o los desafíos que debe enfrentar?

R. Las quejas de los profesionales del mundo educativo van relacionadas muchas veces a la falta de tiempo y especialmente a la falta de recursos y de formación para poder atender todas las necesidades que podemos encontrar en el sistema educativo. A los docentes se les exige atender una amplia variedad de necesidades (como TEA, dislexia, altas capacidades, trastornos de conducta, entre otras), además de abordar temas como la educación sexual, el uso responsable de las tecnologías o la prevención de adicciones. La solución sería poder acompañar y formar a este profesorado para que se conviertan en personas que puedan guiar y acompañar a todos los alumnos con los recursos necesarios para ofrecer a cada uno lo que necesita.

P. ¿Qué agentes deberían estar implicados para una correcta implantación?

R. Hay que involucrar a muchos agentes, a todos aquellos que forman parte de una comunidad educativa. Por supuesto, al alumnado, al profesorado y también a las familias. Porque ahí, trabajando todos juntos, abandonaremos la igualdad y optaremos por la equidad, que es entender que no todos los alumnos necesitan lo mismo ni aprenden de la misma forma. Supone entender también que cada alumno es único, que presenta unas particularidades y que hay que intentar darles respuesta para ofrecerles lo que más necesitan. La educación personalizada reconoce que no todos aprenden de la misma manera ni al mismo ritmo, y adapta la enseñanza a esa diversidad.

La educación personalizada reconoce que no todos los alumnos aprenden de la misma manera ni al mismo ritmo.

Maskot (Getty Images/Maskot)

P. ¿Y cómo se consigue eso?

R. Involucrando a las familias, utilizando diferentes metodologías y recursos, potenciando una evolución formativa y formadora que posibilite la transmisión de conocimientos y valores. Porque la escuela debería promocionar la diferencia y no esconderla. Para ello, necesita el trabajo de alumnado, profesorado y familia. Hay que darse la mano creando realmente una comunidad educativa.

P. ¿Y cuál es el papel del alumno?

R. El alumno se convierte en el gran responsable de su aprendizaje. Por ello, la personalización le anima y le motiva y le ayuda, pero también le exige una disciplina, una rigurosidad, una perseverancia. Ponemos al niño o al joven en el centro para acompañarlo en la gran aventura que es aprender, pero huyendo de cualquier tipo de sobreprotección, porque un estilo sobreprotector anula el desarrollo y hace que las personas sean débiles.

P. ¿La educación personalizada y el desarrollo del talento van de la mano?

R. Van muy unidos, porque la personalización de aprendizaje favorece el desarrollo del talento de cada estudiante. El desarrollo sistemático de las capacidades de cada alumno exige fuerza de voluntad, confianza. Por eso necesitamos un sistema educativo que dé respuesta a las necesidades, pero que también detecte las capacidades y talentos de los niños y jóvenes, que se motive la curiosidad y permita a cada alumno llegar tan lejos como pueda, sin comparaciones, sin etiquetas, sin ignorar que cada menor aprende de manera distinta en ritmo, en amplitud y en profundidad.

P. ¿Cómo afectaría a las emociones del alumno?

R. Personalizar el aprendizaje implica este desarrollo del talento no solo académico, sino también socioemocional, porque se respeta su contexto, se intenta dar respuesta a sus necesidades y se refuerzan todas aquellas capacidades o talentos que pueda tener para hacerlo. Así, el alumno se hace responsable de su aprendizaje porque nadie puede aprender por él. Tiene que tener grandes acompañantes, que son el profesorado y, por supuesto, la familia. Y todo este trabajo continuo, riguroso, perseverante hará que sea más autónomo, pueda encararse a situaciones que creen frustración y que eso haga que vaya potenciando todo su autoestima, su autoconcepto.

P. ¿Qué papel podrían tener los padres y madres en este proceso?

R. Las familias son los primeros en identificar qué capacidades tienen sus hijos, también qué necesidades tienen, y son los primeros que pueden adquirir este rol de guía, de colaboradores, juntamente con la escuela. Así conocerán las fortalezas, las necesidades y podrán facilitar la respuesta que necesitan.

P. ¿Cómo se puede potenciar el desarrollo del talento en casa?

R. Primero, conociendo a cada hijo y a cada hija, sabiendo cuáles son sus potencialidades, cuáles son sus necesidades y el acompañamiento de ellas. Dándole respuesta se favorecerá este desarrollo personal y académico que se merece cada alumno. Un alumno que, como insisto, en este desarrollo del talento se le acompaña, se le motiva para el aprendizaje, pero también se le exige compromiso y motivación. Y para ello necesitamos acercarnos a una personalización que cree en la alegría de vivir y en la alegría de aprender.

Carolina García


martes, 15 de julio de 2025

La droga del Alcohol y su blanqueamiento en los medios y por políticos

 * https://elpais.com/gastronomia/el-comidista/2025-07-14/populismo-ebrio-como-la-industria-del-alcohol-blanquea-sus-efectos-con-la-ayuda-de-medios-y-politicos.html?ssm=FB_CM_ECD

Populismo ebrio: cómo la industria del alcohol blanquea sus efectos con la ayuda de medios y políticos

Mientras dirigentes como Ayuso trivializan el consumo de vino o cerveza, cierta prensa quita hierro a sus probados perjuicios. Una nueva guía ayuda a distinguir la información veraz sobre el alcohol


Juan Revenga

En el marco de las eternas dualidades dietéticas, la del alcohol es una de las más llamativas. Vivimos totalmente acostumbrados a mensajes enfrentados, tanto que a estas alturas algunos ya se ponen de medio lado. Dudamos de si huevos sí o huevos no, de si la leche y el pan son venenos o alimentos fundamentales, de si es mejor el aceite de oliva o el de coco, de si la fruta es buena buenísima o mala malísima... Hay decenas de ejemplos: de hecho, para cada argumento que promocione el consumo —o la abstinencia— de un determinado alimento, existe el correspondiente contraargumento. Sin embargo, las bebidas alcohólicas, aun viviendo y reproduciéndose en el mismo sindiós, tienen sus particularidades. La principal es que, actualmente, la evidencia científica que alerta de sus peligros es abrumadoramente consistente y, al mismo tiempo, encontramos mensajes complacientes e incluso netamente positivos al respecto de sus beneficios sobre la salud.

Mensajes populistas con el alcohol: una patada en la bisectriz de la ciencia
Más allá de los contenidos patrocinados, publirreportajes y cuentas en perfiles sociales de bodegueros, familiares, cuñados y allegados, las declaraciones populistas de ciertas figuras políticas sirven para dulcificar la penosa perspectiva que sobre la salud tiene el consumo de bebidas alcohólicas. Recientemente, la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid buscó el aplauso fácil con aquello de que “somos callejeros, somos de Madrid, nos gustan las terrazas, la alegría, la cervecilla, el vino... ¿qué pasa?”. Y lo encontró, claro.

El caso de Ayuso no es único: a pesar del contexto casi predigital de 2007, quien más y quien menos se acordará de aquel “¡viva el vino!” de Rajoy (un momento censurado en su día por el propio PP). O el sardónico “¿Quién te ha dicho a ti las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber?” de Aznar. Aunque lo parezca, los mensajes populistas sobre el alcohol, ya sean explícitos o subliminales, no son patrimonio de los españoles, ni de la derecha. En 2024 el expresidente socialista francés François Hollande, se calzó una pinta de cerveza de un trago en un claro gesto de compadreo con un equipo de Rugby en plena campaña electoral. No son de Madrid, pero parece que allí también les gustan las “cervecillas”.

No será por casualidad que la práctica totalidad de todos estos casos de exaltación u ostentación alcohólica se hace con un fin político, en un marco electoralista, con el objetivo de atacar a la oposición y muchas veces jugando a la contra de alguna medida legislativa de los oponentes políticos. Una estrategia que, por habitual que sea, no debería considerarse aceptable. Se trivializa con el consumo de una droga: legal, pero una droga. Es en este aspecto donde radica la madre del cordero. El consumo de bebidas alcohólicas se asocia al disfrute, a los momentos de ocio, la fiesta y las celebraciones. Por esta razón es tan fácil echar las redes del mensaje populista y triunfar: es una baza ganadora.

Una estrategia con muchas aristas
Son incontables las veces que en El Comidista hemos hablado de los riesgos asociados a las bebidas alcohólicas: en su relación, desde la primera gota, con el cáncer, las estrategias de la industria para acomodar su mensaje bordeando la ley y al margen de toda lógica, la reciente normativa dirigida principalmente a los más jóvenes, entre otros.

El alcoholismo es el aciago resultado de consumir cada vez más veces, cantidades al alza de este tipo de bebidas. Es decir, nadie llega a alcohólico desde la primera vez que prueba el alcohol, ni de la noche a la mañana. Pero al mismo tiempo conviene recordar que los riesgos comienzan con la primera gota de cualquier bebida alcohólica, por lo que no hay forma de consumir alcohol de manera segura; independientemente de lo responsable que sea la persona que lo consume.

Estas palabras no son mías, forman parte de una de las conclusiones del reciente documento, Informar sobre el alcohol: una guía para periodistas, que bien podría servir de guía a la clase política. Dicha guía, publicada por la OMS, tiene como objetivo mejorar el rigor informativo global sobre una sustancia que causa unos 2,6 millones de muertes al año.

No necesitamos que nadie nos aliente desde un estrado a beber más vinos ni más cañitas, mientras ajusta los micros del atril. El alcoholismo es la segunda causa de muerte prevenible en España —que se dice pronto—, por eso quince sociedades científicas se han posicionado recientemente y han emitido un documento alertando sobre el consumo de alcohol en este país, al tiempo que proponen medidas para mejorar el contexto.

No es inofensiva la cañita


Alegaciones maravillosas del alcohol en la palestra pública, pero no en el etiquetado
Los mensajes sobre que el consumo de cualquier bebida alcohólica va a ser beneficioso para nuestra salud son literalmente inabarcables. Se supone que pueden —según ciertos contenidos y medios— ayudarnos a mejorar nuestra salud cardiovascular (todo un clásico), aumentar nuestro rendimiento deportivo e incluso la fertilidad masculina, aliviar el dolor de cabeza, reducir el riesgo de caries, de diabetes o de osteoporosis, paliar los síntomas de la fibromialgia y ayudarnos a adelgazar, entre otros muchos parabienes. Ahí es nada.

En frío, estos mensajes pueden parecer exageraciones o invenciones. Pero no. Son reales, aunque aquí no vas a encontrar los enlaces a semejantes disparates. ¿Cómo es posible que semejantes alegaciones de salud estén presentes en los medios de comunicación o en boca de ciertos influencers y sanitarios y, sin embargo, nada aparezca en la publicidad o en el etiquetado de estos productos? Es posible porque la ausencia de este tipo de mensajes en el etiquetado de las bebidas alcohólicas está prohibido por la legislación; además, de forma tajante.

A diferencia de lo que ocurre con ciertos alimentos o productos que contienen ciertas cantidades de nutrientes, digámosles, interesantes (vitaminas, minerales, fibra, ácidos grasos monoinsaturados) en el caso de las bebidas alcohólicas, da igual lo que contengan: nunca podrán trasladar ningún efecto beneficioso para la salud ni en el etiquetado ni en la publicidad. Aunque aportaran lágrimas de unicornio o se mezclaran con el bálsamo de Fierabrás, jamás verás en su promoción directa una alegación de propiedades beneficiosas para la salud.

El Reglamento (CE) nº 1924/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos sostiene en su artículo 4, apartado 3, que en las bebidas con una graduación superior al 1,2% en volumen de alcohol (más de 1,2 grados) no podrá figurar ni una sola declaración de propiedades saludables, ni nutricionales. Es decir, no se puede mencionar, ni por asomo, los supuestos beneficios que algunos estudios han creído encontrar al respecto del consumo de esas bebidas. Ninguna. Por eso Actimel, que no tiene una versión con alcohol —de momento— sí puede decir, por ejemplo, que ayuda a tus defensas aunque tenga menos vitamina B6 que un plátano. En ninguna bebida alcohólica encontrarás ese tipo de mensajes.

El etiquetado no se toca
Oscar Wong (Getty Images)
El truco del almendruco


Con este panorama la industria alcoholera –la Big Alcohol, tal y como se la conoce en el mundillo– lo tiene francamente difícil para mencionar, directamente, las supuestas bondades que tiene el consumo de sus productos y, con ello, ablandar las conciencias de los consumidores. Pero hace tiempo que encontraron una forma indirecta de hacerlo: solo necesitaron un ingrediente (el dinero) y habilidad para ponerlo en el sitio adecuado.

Con él se pueden crear becas doctorales, financiar grupos de investigación en universidades varias, lubricar las carteras de ciertos investigadores, realizar estudios científicos dirigidos y crear notas de prensa (de dichos estudios). A partir de aquí viene la parte importante, el meollo: la responsabilidad que tienen los informadores de asumir este tipo de contenidos complacientes —para la Big Alcohol y el propio medio que las aloja— y dañinos para la salud pública y los consumidores. Esta es una de las razones por las que abundan los mensajes maravillosos asociados al consumo de bebidas alcohólicas.

La guía de la OMS sobre comunicación y alcohol, necesaria desde su planteamiento a sus contenidos
Con el fin de alertar y concienciar sobre la responsabilidad de los grupos editoriales, directores de medios de comunicación y, en general, de todos los informadores, nace esta guía para periodistas. También pueden ir tomando nota políticos e influencers antes de afrontar cualquier pieza “informativa” sobre las bebidas alcohólicas. Sirva también para que los consumidores —tanto de información en medios como de reels— podamos estar alertas sobre ciertos contenidos en los que se santifique el consumo de bebidas alcohólicas. Creada por la OMS y alojada en la web del Ministerio de Sanidad, la guía ofrece claves para desenmascarar algunas de las estrategias de promoción alcohólica desde los medios de comunicación:

Poner atención en la ciencia detrás del contenido: noticias y publireportajes a favor del alcohol utilizan expresiones como “un estudio ha demostrado”, “confirmación científica” y otras muy parecidas. Este tipo de recursos suelen valer para que el periodista quede tranquilo respecto a la seriedad de la pieza, al tiempo que ejerce de poderoso punto de palanca de cara a los usuarios del contenido. Sin embargo, la interpretación de la ciencia requiere de un grado de tecnificación que pocos poseen.

No es lo mismo un estudio realizado in vitro, que otro realizado en animales o en humanos. Tampoco lo es el diseño del estudio, ya sea observacional (recuerda correlación no implica causalidad) o de intervención. Ni que sea una revisión sistemática o un metaanálisis. Ni que la muestra sean seis personas o 400.000. La forma en la que se obtuvieron los datos, la duración del estudio, lo adecuado de las conclusiones en relación a los resultados, también son elementos imprescindibles a la hora de valorar el alcance de un determinado estudio. Aunque no sea habitual tenerlo en cuenta. Además, es preciso ser consciente que muchos de estos estudios están propuestos y diseñados a mayor gloria de las bebidas alcohólicas, lo que nos lleva al siguiente punto.

Los conflictos de interés: es fundamental evitar las influencias de los operadores comerciales del alcohol. Existen premios de periodismo financiados por la industria y centros de estudios patrocinados por esta que, no será por casualidad, no aparecerán mencionados en la pieza. Si aparecen, hay que recordar que lo harán con instituciones lobistas, cuyo nombre está diseñado para generar confianza. Por ejemplo, en España son especialmente conocidos la Fundación para la investigación del vino y la nutrición, creada por Bodegueros de España; el Foro para la Investigación de la Cerveza y Estilos de Vida, impulsada por la Asociación de cerveceros de España y la “Fundación alcohol y sociedad” (creada por la Federación de bebidas espirituosas). Unas veces aparecerán con su elegante nombre y otras con sus siglas.

Ser consciente de toda la escena cuando se habla del consumo de bebidas alcohólicas: tal y como se dice que Hitler era un gran amante de sus mascotas caninas, todos los comestibles pueden contener algún elemento que, tomado de forma aislada y en otro contexto, podría resultar positivo. A veces, para entender lo absurdo de ciertos argumentos, conviene llevarlos al extremo. Por ejemplo: la Amanita phalloides, una seta altamente tóxica, es rica en vitaminas del grupo B, aporta minerales esenciales y... ¡muy pocas calorías! ¿Eso la convierte en saludable? Evidentemente no. El contexto importa. Del mismo modo, aunque algunas bebidas alcohólicas contengan compuestos que, aislados, podrían parecer interesantes desde un punto de vista nutricional, lo que las define no es eso, sino su contenido en alcohol: una sustancia teratogénica, neurotóxica, inmunosupresora y adictiva. También legal; pero no por ello menos peligrosa.

Así, sea lo que sea que se quiera transmitir o aprender sobre el alcohol, sobre su impacto entre los más jóvenes, la salud de las mujeres gestantes, el relato de una noticia luctuosa, la fabricación casera, las disparidades sociales o económicas, la salud mental o la seguridad vial, sugiero que antes de empezar, tengas presente esta guía.

Me despido con una reflexión que suele citarse a medias. El aforismo latino In vino veritas —en el vino, la verdad— se suele invocar para glorificar lo etílico como fuente de autenticidad. Sin embargo, pocas veces se recuerda su continuación: In aqua sanitas; en el agua, la salud. En mi opinión, no se debería permitir que el discurso mediático y político trivialice los riesgos del consumo de bebidas alcohólicas ni desplace el conocimiento científico. La realidad no se sostiene en la complicidad cultural o electoralista: cuando se habla desde una tribuna pública, hacerlo de espaldas al interés general es, sencillamente, una irresponsabilidad.



miércoles, 2 de julio de 2025

Las pantallas y el sueño

 * https://elpais.com/mamas-papas/expertos/2025-07-02/maria-jose-martinez-experta-en-sueno-las-pantallas-retrasan-la-hora-de-irse-a-dormir-y-su-luz-inhibe-la-secrecion-de-melatonina.html

Sueño 

María José Martínez, experta en sueño: “Las pantallas retrasan la hora de irse a dormir y su luz inhibe la secreción de melatonina”

El 85% de los estudiantes de 2º y 3º de la ESO no alcanza las horas de sueño recomendadas y uno de cada tres duerme menos de siete horas al día. “El sedentarismo, las cenas copiosas o las actividades extraescolares que terminan tarde alteran los ritmos biológicos que regulan el sueño”, argumenta la experta

Adrián Cordellat

MADRID - 02 JUL 2025 - 05:30 CEST

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Un 17,3% de los escolares españoles acude a clase con sensación de excesiva somnolencia de manera habitual y el 4,2% se duermen en clase, según sus docentes. Así lo revela el reciente informe FAROS El sueño en la infancia y la adolescencia y su impacto en la salud, liderado por el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. La situación es aún peor entre los adolescentes. El 85% de los estudiantes de 2º y 3º de la ESO no alcanza las horas de sueño recomendadas (entre 8 y 10) durante los días escolares, según los datos de un estudio presentado en el último congreso de la Sociedad Española de Sueño, celebrado en abril en Santiago de Compostela. Es más, casi uno de cada tres estudiantes duerme menos de siete horas al día.

“Las rutinas aceleradas, las actividades extraescolares, el uso excesivo de pantallas y los horarios poco estables están reduciendo las horas de sueño de niños y adolescentes; y aunque parezca que aguantan bien, la falta de sueño les afecta directamente en muchos aspectos”, sostiene María José Martínez (36 años, Cartagena, Murcia), investigadora del laboratorio Cronolab de la Universidad de Murcia. Según la coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la Sociedad Española de Sueño (SES), esa afectación se observa a corto plazo “en problemas de concentración, bajo rendimiento escolar, irritabilidad y mayor riesgo de ansiedad o depresión”.

Alejandra Melús, pedagoga: “Si enseñamos a nuestros hijos a establecer una relación sana con la soledad, no le tendrán miedo”

A largo plazo, la falta de sueño sostenida en el tiempo puede afectar incluso al desarrollo cerebral y físico (el sueño regula la hormona del crecimiento), al sistema inmunológico y al equilibrio hormonal, y se ha relacionado con mayor riesgo de obesidad, trastornos metabólicos y problemas cardiovasculares. “Estas etapas son cruciales para el desarrollo cerebral, físico y emocional. Un sueño deficiente en estas edades puede comprometer aspectos clave de su desarrollo presente y futuro. Hablamos de un problema de salud pública silencioso, pero serio. El sueño no es solo descanso: es un proceso activo y esencial para el desarrollo”, explica.

Para concienciar de la importancia del mismo desde edades tempranas, la experta en medicina del sueño ha publicado recientemente un cuento infantil, Alicia y el país de los sueños, ilustrado por Eli Martínez Zerón, que tiene el objetivo de trasladar a los niños, de forma visual y cercana, conceptos científicos sobre el sueño y cómo cuidarlo. “Si desde pequeños los niños entienden por qué es tan importante dormir bien, tendrán más herramientas para adoptar hábitos saludables”, afirma la experta.

El libro parte del imaginario de Lewis Carroll y su Alicia en el país de las maravillas. De hecho, no faltan el conejo blanco, el gato, el sombrerero o una Reina de Corazones, en este caso una malvada Reina Azul, cuyo ejército roba a los niños la energía y los sueños a través de las pantallas, una de las grandes fuentes de preocupación para los expertos en sueño. “Las pantallas retrasan la hora de irse a dormir, activan el cerebro cuando debería comenzar a relajarse, y su luz inhibe la secreción de melatonina, la hormona que avisa al cuerpo de que es hora de dormir. Cuanto más tarde y más cerca del rostro se usan, mayor es su impacto”, sostiene Martínez.

El sueño, como la alimentación o la higiene, también se educa desde el ejemplo.


Ridvan Celik (Getty Images)

Más allá de las pantallas

Las pantallas, no obstante, como señala la experta, no son la única fuente de preocupación ni el único aspecto que interfiere directamente en el sueño de niños y adolescentes. “La falta de exposición a la luz natural durante el día, el sedentarismo, los horarios irregulares, las cenas copiosas y/o tardías, las actividades extraescolares que terminan muy tarde y, en algunos casos, la ansiedad o el estrés también contribuyen a alterar los ritmos biológicos que regulan el sueño”, argumenta Martínez.

La autora de Alicia y el país de los sueños también remarca su preocupación por la cada vez mayor expansión del mantra de que dormir es una pérdida de tiempo. “Vivimos en una sociedad que premia estar siempre activo y disponible, como si descansar fuera sinónimo de pereza o improductividad”, sostiene. Todo lo contrario. La experta, en ese sentido, recuerda que dormir es hacer “una inversión” en salud a corto, medio y largo plazo: “El sueño no es tiempo perdido, es tiempo de reparación, consolidación de la memoria, regulación emocional y crecimiento”.

Los padres, según la autora, juegan un papel fundamental para cambiar el estigma que rodea al sueño. Martínez reconoce que ve a los progenitores cada vez más preocupados por el descanso de sus hijos, porque estos duerman las horas mínimas recomendadas. Sin embargo, observa, los propios padres van siempre faltos de sueño y no son el mejor ejemplo posible. Como en tantas otras cosas, si el dicho no se acompaña del hecho, sirve de poco, ya que los niños tienden a interiorizar más lo que ven que lo que escuchan. “El sueño, como la alimentación o la higiene, también se educa desde el ejemplo. Si como adultos priorizamos el descanso, establecemos rutinas saludables y cuidamos nuestros hábitos antes de dormir, será más fácil que los niños lo perciban como algo natural y valioso”, añade.

Además del ejemplo, Martínez recomienda una serie de consejos para mejorar el descanso de niños y adolescentes —y también, por supuesto, el de sus padres y madres—. Entre ellos, establecer una rutina diaria regular, evitar las pantallas al menos una hora antes de dormir, promover la actividad física al aire libre por las mañanas o durante el día, crear un ambiente relajado en casa antes de ir a la cama y mantener horarios estables incluso los fines de semana.

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Adrián Cordellat

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jueves, 26 de junio de 2025

Ver porno a edades tempranas distorsiona su imagen del sexo

 * https://elpais.com/mamas-papas/expertos/2025-06-26/luis-miguel-real-psicologo-ver-porno-a-edades-tempranas-distorsiona-su-imagen-del-sexo-es-como-aprender-a-conducir-viendo-fast-furious.html

Adicciones

Luis Miguel Real, psicólogo: “Ver porno a edades tempranas distorsiona su imagen del sexo, es como aprender a conducir viendo ‘Fast & Furious”

El experto en adicciones señala que a veces el consumo de pornografía entre los menores no es solo curiosidad, sino una forma de escapar de la frustración o del aburrimiento. Y aconseja a los padres no montar un drama si pillan a sus hijos viéndolo: “No se trata de soltarles un sermón moralista, sino de abrir una conversación”

Gema Lendoiro

Madrid - 26 JUN 2025 - 05:30 CEST

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Siete de cada 10 adolescentes consumen pornografía de forma regular en España, y el 53,8% de los jóvenes entre 12 y 15 años afirma haber visto pornografía por primera vez entre los 6 y 12 años, según datos de Save the Children. Unos datos que muestran que el consumo de pornografía empieza “demasiado pronto”. Luis Miguel Real (Valencia,33 años), psicólogo, experto en el tratamiento de adicciones y divulgador —cuenta con más de 100.000 seguidores en Instagram— explica que “desgraciadamente, hoy en día es cada vez más habitual (que no deseable) el consumo de porno a edades muy tempranas”.

“Con internet en el móvil desde los 10-12 años, es muy fácil que los chavales se topen con pornografía antes de que entiendan bien lo que están viendo”, añade el también autor del libro La mentira de la fuerza de la voluntad (Editorial Vergara, 2023). El psicólogo sostiene que, en un principio, los adolescentes no van buscándola con morbo adulto, “muchas veces es pura curiosidad o porque un colega en clase les pasa un link”. “Pero ahí se planta la semilla”, añade.

La importancia de decirle a tus hijos que lo hacen muy bien

PREGUNTA. ¿Entonces, es normal que un menor vea porno?

RESPUESTA. Debemos reflexionar sobre cómo accede una niña de 11 años a esos contenidos para adultos, cómo es que tiene acceso tan temprano a internet sin ninguna supervisión de adultos. Es difícil que los niños accedan a esos contenidos sin cierta “colaboración” de sus padres, al darles un smartphone con acceso total a internet sin tener los mecanismos de control parental activados, por ejemplo.

P. ¿Qué impacto genera en su cerebro ver porno a esas edades tan tempranas?

R. Pues mucho, y bastante negativo. Es como aprender a conducir viendo pelis de Fast & Furious. No es que solo te dé una idea distorsionada del sexo, es que te enseña que el sexo es eso: cuerpos imposibles, ritmos mecánicos, cero afecto o vínculo emocional y una narrativa centrada casi totalmente en el placer masculino. El cerebro adolescente todavía está en obras, literalmente, la corteza prefrontal está en proceso de maduración. En esa etapa se consolidan las creencias sobre el mundo, las relaciones, la propia identidad… Si el porno entra ahí como primera clase de “educación sexual”, se asientan ideas muy problemáticas: que el consentimiento es opcional, que las mujeres están para satisfacer (casi siempre tienen un rol de esclavas), que el placer sexual es mera performance.

P. El porno genera una recompensa rápida y fácil. ¿Qué pasa si te acostumbras a obtener placer visual sin esfuerzo, sin conexión, sin esperar nada?

R. Pues que cuando llega el sexo real, con una persona real, tu cerebro dice “meh”. Porque el porno ha subido el listón artificialmente, y ha creado unas expectativas poco o nada realistas. Las relaciones reales parecen aburridas en comparación con el porno, o muy lentas. Además, muchos chavales intentan imitar algunas de las prácticas de riesgo que ven en el porno (azotes, estrangulamiento, sexo anal sin consentimiento) o centrarse totalmente en el placer propio y nada en el de la otra persona). ¿Resultado? Ansiedad, insatisfacción sexual, problemas de erección en chavales de 20 años. Vamos, un cóctel molotov que no se ve venir en el momento, pero explota unos años después.

 El porno pone el foco en la estimulación rápida, intensa, sin necesidad de vínculo.

Isabel Pavia (Getty Images)


P. ¿La adicción al porno genera trastornos?

P. Sí. En primer lugar, se puede dar ansiedad de rendimiento. Si tu cerebro se acostumbra a que el sexo “de verdad” tiene que parecerse al porno, llega el drama: “¿Y si no la pongo a gritar como en ese vídeo?”, “¿y si no me dura lo mismo?”, “¿y si mi cuerpo no es así?”. Ese “¿y sí?” Es gasolina para la ansiedad. Luego puede aparecer también desconexión emocional. El porno pone el foco en la estimulación rápida, intensa, sin necesidad de vínculo. Si te acostumbras a excitarte solo así, luego una caricia, una mirada o un beso te parecen poca cosa. Y eso genera vacío, insatisfacción, desconexión con la pareja… todo eso acaba dejándote mal emocionalmente, y afectando negativamente a tus futuras relaciones. También la culpa y la vergüenza, sobre todo en personas que han crecido en entornos con tabúes o culpa religiosa, sienten que ver porno les hace malas personas. No solo genera ansiedad, también mina la autoestima. Además, para las personas se suelen aislar socialmente, si el porno pasa a ser la principal (o única) vía de gratificación, empiezan a dejar de lado la vida real: citas, relaciones, amigos. Por último, como cualquier conducta que activa el sistema de recompensa, el porno también genera tolerancia. Es decir, cada vez necesitas más estimulación, más contenido, más hardcore para conseguir el mismo subidón. Y si no lo tienes, aparece el craving: esa necesidad urgente, inquietante, como un picor mental. ¿Qué provoca esto? Ansiedad, irritabilidad, insomnio, y un ansia por volver a consumir porno lo antes posible para aliviar momentáneamente el malestar.

P. ¿Qué es lo primero que han de hacer los padres cuando se dan cuenta de que su hijo está enganchado?

R. Lo primero que hay que hacer es no montar un drama. Ni gritar, ni espiarle el móvil, ni bloquearle todo como si fuera un criminal. Eso solo genera más vergüenza, más ocultación y más distancia. Hay que entender que el acceso al porno hoy es fácil, inmediato y, en muchos casos, inevitable. Lo que necesitan no es castigo, es contexto. La clave es hablar, pero de verdad. No con el tono de “esto está fatal”, sino como quien habla de algo que forma parte del mundo real. Algo como: “Oye, el porno está por todas partes y entiendo que tengas curiosidad, pero me gustaría saber qué piensas tú de eso”. No se trata de soltarles un sermón moralista, sino de abrir una conversación. De escuchar más que de juzgar.

P. ¿Cómo hay que explicarles la diferencia entre deseo sexual y lo que vende el porno?

R. Hay que explicarles que una cosa es el deseo sexual (que es normal, sano y forma parte de crecer) y otra muy distinta es el porno, que no es educación sexual. Es una fantasía, como una peli de acción, que distorsiona la realidad y te deja con una idea del sexo que no tiene nada que ver con lo que pasa entre dos personas que se quieren y se respetan.

P. ¿Por qué cree usted que los adolescentes consumen porno?

R. A veces el porno no es solo curiosidad, sino una forma de escapar de la frustración, del aburrimiento o de la inseguridad. Por eso es importante ayudarles a entender lo que sienten y darles herramientas para manejar esas emociones sin tener que esconderse detrás de una pantalla. También hay que poner límites, claro, pero sin convertir la casa en una cárcel. Y sobre todo, darles otras formas de aprender sobre sexualidad: libros, cuentas en redes de sexólogos, conversaciones contigo, aunque incomoden. Van a tener sexo más tarde o más temprano, nos guste o no. Porque si no, todo lo que aprenden lo sacan de Pornhub. Y así nos va.

miércoles, 11 de junio de 2025

Niños con trastornos, no son vagos...

 * https://www.eldiario.es/nidos/psiquiatra-infantil-ninos-neurodivergentes-familias-no-suplir-falta-inversion_1_12323390.html

Elena Benítez, psiquiatra infantil con dos hijos neurodivergentes: “Las familias no podemos suplir la falta de inversión y medios”

A raíz de su experiencia personal y profesional, esta doctora especializada en autismo ha escrito el libro 'Hijos neurodivergentes' (RBA, 2025), una guía para acompañar a las familias tras un diagnóstico de trastorno del neurodesarrollo

— Qué señales nos alertan de que un niño tiene problemas emocionales


La doctora Elena Benítez Cerezo es psiquiatra infantil y juvenil, especializada en Trastornos del Espectro Autista (TEA) y Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Además, es madre de dos hijos neurodivergentes: uno de ellos con TEA, otro con TDAH. Esta doble perspectiva, la profesional y la personal, le aporta una visión integral, que a ella le gusta definir como la de una “agente doble”. Benítez acaba de publicar Hijos neurodivergentes (RBA, 2025), una guía para acompañar a las familias desde el diagnóstico para entender y educar a sus hijos neurodivergentes.

Vago, desobediente o caprichoso: los prejuicios hacia niñas y niños con trastorno de atención e hiperactividad

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El libro comienza explicando esa condición de “agente doble”, de psiquiatra infantil y madre de dos niños neurodivergentes. ¿Qué le aporta la posibilidad de ver a estos niños y niñas desde los dos lados, en la consulta y en casa?

Ser lo que yo llamo una “agente doble”, es decir, madre y profesional de la salud mental, tiene luces y sombras. Respecto a la perspectiva de mi maternidad, aunque el ajuste emocional que supone recibir un diagnóstico para un hijo es similar al de cualquier otra madre, contar con una formación especializada ayuda a comprender mejor los términos clínicos, los informes médicos y las implicaciones de cada diagnóstico. Esa comprensión en mi caso ha podido amortiguar el desconcierto que las familias suelen experimentar. Sin embargo, también en su momento descubrí que debía aprender a separar los dos planos: la médica y la madre. El vínculo afectivo tan profundo que existe con un hijo puede nublar la objetividad clínica. Por eso decidí confiar plenamente en los especialistas que atienden a mis hijos, colegas cuya mirada externa y experiencia valoro muchísimo.

Estamos aprendiendo que, dentro de un manejo profesional y razonable, hablar de nuestras propias vulnerabilidades no nos resta autoridad, sino que puede fortalecer el vínculo terapéutico

¿Y en lo profesional, le ha servido vivir la situación tan de cerca?

No considero que sea imprescindible haber pasado por esta experiencia para ser un buen profesional del neurodesarrollo, pero en mi caso ha transformado profundamente mi forma de ejercer. Durante un tiempo pensé que compartir mi vivencia como madre podía hacerme parecer menos objetiva, menos profesional. Pero cuando finalmente lo hice, me sorprendió comprobar que muchas familias se sentían más cómodas, más dispuestas a abrirse. Sentían que no iba a juzgarlas, que hablábamos desde un lugar de entendimiento mutuo.

¿Qué le hizo decidirse a contar y normalizar su historia?

El germen de este libro surgió de un blog que la Fundación Querer, dedicada a trabajar con niños con necesidades educativas especiales derivadas de sus enfermedades neurológicas, me ofreció escribir. Aquel blog, que llamaron “Mamá peleona”, fue para mí un espacio catártico y terapéutico en el que me volqué emocionalmente en un momento muy complicado del proceso de diagnóstico de mi hijo mayor. Enseguida comencé a recibir un feedback muy potente y emocionante de padres (sobre todo madres) que estaban teniendo experiencias dolorosamente similares con los procesos de sus hijos y se habían sentido reflejadas, vistas y acompañadas al leerme. Son maternidades muy solitarias, en las que nos sentimos muy incomprendidas y perdidas. Y pronto me di cuenta de que si desde mi experiencia como madre podía abrazar a otras en mi situación, y desde mi conocimiento como psiquiatra aclarar dudas que cada día otras familias como la mía me planteaban en la consulta, ¿por qué no iba a hacerlo?

¿Supone esto un cambio de enfoque por parte del personal sanitario?

Creo que somos parte de una nueva generación de médicos que está comenzando a romper un poco esa barrera con los pacientes mostrando nuestra parte humana. Estamos aprendiendo que, dentro de un manejo profesional y razonable, hablar de nuestras propias vulnerabilidades no nos resta autoridad, sino que puede fortalecer el vínculo terapéutico. Además, tenemos una responsabilidad en la lucha contra el estigma que aún rodea a los trastornos mentales y del neurodesarrollo, y qué mejor manera de hacerlo que dar testimonio desde la experiencia personal. Me lancé a ello y tuve la inmensa suerte de que RBA confiara en mí para dar forma al libro.

La discapacidad intelectual y las altas capacidades tienen implicaciones adaptativas y necesidades de apoyo profundamente distintas

Empecemos por lo básico: ¿qué es la neurodivergencia, y cuáles son las condiciones más habituales?

El concepto de “neurodivergencia” no tiene origen en la medicina, sino que proviene de ámbitos como la sociología y la comunicación. Por eso, no existe una definición científica clara ni una clasificación consensuada que delimite con precisión qué condiciones o diagnósticos forman parte de esta categoría. En realidad, es un término de uso informal cuya interpretación varía en función de la fuente. En el libro, yo utilizo este término para referirme a los trastornos del neurodesarrollo tal y como están definidos por el DSM-5, es decir: trastornos de espectro autista, discapacidad intelectual, trastornos del aprendizaje y otros trastornos del desarrollo neurológico.

¿Y qué no son neurodivergencias? ¿Existen realmente etiquetas diagnósticas para las cada vez más habituales altas capacidades o PAS?

Respecto al término “PAS”, Personas Altamente Sensibles, no forma parte de ninguna clasificación médica oficial como el DSM-5 o la CIE-11, y carece de reconocimiento clínico dentro de la medicina basada en la evidencia. Aunque se ha popularizado en contextos comunicativos como las redes sociales y en algunos enfoques de la psicología no clínica, no existe suficiente respaldo científico que lo avale como entidad diagnóstica válida o consistente. Y acerca de las altas capacidades, se trata de un diagnóstico neuropsicológico y psicopedagógico más que psiquiátrico; aunque sabemos que es frecuente que las personas con altas capacidades tengan también comorbilidades con trastornos del neurodesarrollo (lo que se conoce como “doble excepcionalidad”) y es en esas comorbilidades en las que intervenimos a veces los psiquiatras.

¿Qué le parece que a veces se equiparen o comparen esos distintos tipos de diagnósticos?

Es importante no perder de vista que la discapacidad intelectual y las altas capacidades tienen implicaciones adaptativas y necesidades de apoyo profundamente distintas. La discapacidad intelectual suele conllevar barreras significativas para la autonomía y la inclusión social, mientras que, en el caso de las altas capacidades, si se identifican y acompañan adecuadamente, pueden representar una ventaja adaptativa. Equiparar ambas realidades sin matices puede invisibilizar las dificultades reales que enfrentan las personas con discapacidad intelectual, y desdibujar la necesidad de apoyos diferenciados y específicos.

La ayuda mutua es fundamental; encontrar referentes en otras familias con situaciones parecidas con quienes compartir, desahogarte o incluso reírte puede ser un salvavidas

En el libro se centra sobre todo en TEA y TDAH, los diagnósticos que tienen sus dos hijos. ¿En qué consisten?

Ambos son trastornos del neurodesarrollo que se manifiestan desde etapas iniciales de la infancia y cuyos síntomas causan dificultades importantes en la capacidad funcional del niño. Es complicado resumirlos en un espacio limitado, pero a grandes rasgos, en el caso del TDAH los síntomas se agrupan en tres grandes bloques: las dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad (estos dos últimos se suelen presentar juntos). En función de cómo se combinen estos “bloques” hablamos de distintos subtipos. En cuanto al TEA, el diagnóstico se basa en dos áreas principales: por una parte, las dificultades persistentes en la comunicación y la interacción social; y por otra, la presencia de patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Estas áreas pueden estar afectadas de modo muy variable y heterogéneo en cada persona, por eso hablamos de “espectro” autista, porque hay una gradación muy amplia.

¿Cómo es para una familia afrontar el diagnóstico de un hijo o hija neurodivergente? ¿Qué consejos básicos les dan para vivir esos primeros momentos?

Los momentos iniciales, cuando sabemos que hay un problema, pero aún no tenemos un diagnóstico o este es incierto, suelen ser los más duros. Pero desde ese momento se abre un camino que está plagado de desafíos, y la experiencia de cada familia es única. En el libro he querido abordar de forma específica el proceso de adaptación emocional que transitan los padres, porque creo que es un aspecto al que no se presta suficiente atención. El libro no pretende desvelar el secreto de “cómo llevar esto bien”, porque yo misma no lo sé, sigo equivocándome y aprendiendo día a día. Pero de lo poco que tengo certeza es de que la ayuda mutua es fundamental; que encontrar referentes en otras familias con situaciones parecidas con quienes compartir, desahogarte o incluso reírte puede ser un salvavidas. Por eso he intentado que la información, el acompañamiento emocional y el sentido del humor sean los ejes vertebradores de mi libro. Y también es clave aprender a confiar: en los profesionales, en nuestra capacidad como madres (sobre todo en los días duros) y, por supuesto, en nuestros hijos. El neurodesarrollo también hace su trabajo, pero necesita tiempo y paciencia.

A menudo subestimamos a los niños y pensamos que no van a entender, o que si les decimos que tienen un diagnóstico vamos a excluirles o a hacerles sentir diferentes

Y para los niños y niñas, ¿cómo son estos procesos? ¿Debemos explicarles lo que les pasa desde el principio?

Sin duda alguna. A menudo subestimamos a los niños y pensamos que no van a entender, o que si les decimos que tienen un diagnóstico vamos a excluirles o a hacerles sentir diferentes. De modo que con frecuencia les llevamos en un peregrinar de médicos y terapias cada semana sin explicarles por qué van a esos sitios. Pero los niños tarde o temprano se dan cuenta de que son diferentes a los demás, y no hablarles de esa realidad (o peor, negársela) únicamente les transmite que ese algo de lo que no hablamos es vergonzante, que hay algo de ellos mismos que deben ocultar. Con los niños hay que hablar de todo, únicamente adaptándoles la información a su etapa evolutiva, con un lenguaje sencillo, dándoles la información que nos vayan pidiendo y transmitiéndoles siempre que estamos disponibles para ellos, tanto emocionalmente como para que nos pregunten todo lo que necesiten saber.

¿Y hay que hacerles partícipes de su tratamiento?

Sí. Es inaudito que tengamos niños que toman a diario una medicación que no saben para qué sirve, o que vayan tres veces a la semana a unas terapias que nadie les ha explicado en qué consisten. Ellos tienen que ser parte activa de su propio tratamiento.

¿Cómo dotarles de herramientas para sobrevivir a nivel social, laboral, incluso económico en la sociedad actual, tan capacitista?

¡Ojalá tuviera la respuesta a esa pregunta! Como todos los padres, quienes tenemos hijos con discapacidad también intentamos que nuestros hijos estén lo más preparados para la vida que sea posible, pero creo que no es justo cargar sobre las espaldas de las familias unas responsabilidades que deberían estar en manos de las administraciones públicas. Los padres hacemos lo que podemos, muchas veces en contra de un sistema perverso que, por una parte, emite titulares grandilocuentes sobre medidas de inclusión, pero por otra impone unos procedimientos administrativos tan complicados que no están al alcance de la mayoría de las familias. La burocracia necesaria para conseguir reconocimientos de discapacidad o dependencia, que son el derecho de nuestros hijos, es tan difícil de tramitar que genera desigualdades. Para muchas familias, las prestaciones económicas y de asistencia llegan tarde y mal; en los centros escolares no hay recursos humanos suficientes para garantizar una inclusión real del alumnado con necesidades especiales, y la mayoría de programas de inserción laboral los promueven asociaciones y fundaciones constituidas por familiares.

Cómo se sentirían si cada día de su vida, como nos pasa a los padres de estos niños, se preguntaran eso de: “¿Qué será de mi hijo cuando yo no esté, podrá sobrevivir por sí mismo?”

¿Sienten un cierto desamparo o abandono institucional las familias de niños y niñas neurodivergentes?

Sí, y podría poner ejemplos de esto hasta el infinito. Las familias no podemos suplir la falta de inversión y medios. Creo que esta pregunta habría que hacérsela a nuestros gobernantes, mirándoles a los ojos y preguntándoles cómo se sentirían si cada día de su vida, como nos pasa a los padres de estos niños, se preguntaran eso de: “¿Qué será de mi hijo cuando yo no esté, podrá sobrevivir por sí mismo?”. Eso es muy duro. Y las administraciones, sean del color político que sean, nos han abandonado, a las familias y a las personas con discapacidades derivadas de trastornos neurológicos.

La terminología importa: ¿por qué habla de neurodivergencia y de condición, y evita otros términos?

Creo que cada vez nos preocupa más resultar inclusivos, y esto es sin duda un avance social. Pero tengo la sensación —especialmente en el ámbito de las redes sociales y de la política— de que vivimos en la batalla de lo superficial. Los trastornos del neurodesarrollo ya están bien definidos en la medicina, con terminología técnica y precisa que se encuentra en las clasificaciones internacionales. Sin embargo, algunos argumentan que palabras como “trastorno” o “discapacidad” pueden ser estigmatizantes. En mi opinión, el problema no radica en la palabra en sí, sino en el uso peyorativo que algunas personas hacen de ellas. Es fácil caer en la tentación de usar términos como “capacidades diversas” para evitar el malestar que nos causan ciertas realidades, pero estos son términos demasiado generales que pueden aplicarse a cualquiera, ya que todos tenemos diferentes habilidades y una combinación única de capacidades neurológicas.

¿Utilizar eufemismos puede tapar realidades duras?

Qué señales nos alertan de que un niño tiene problemas emocionales

Lo cierto es que las personas con discapacidades derivadas de trastornos del neurodesarrollo enfrentan obstáculos inimaginables para la mayoría de nosotros; y no es justo que no se ponga de relieve que el mundo es mucho más complicado, injusto y hostil para ellas incluyéndonos a todos bajo “términos paraguas” en los que sus dificultades quedan borradas. Para garantizar que estas personas tengan las mismas oportunidades se requiere una forma honesta de nombrar la realidad, pero también hace falta un cambio social, voluntad política e inversión en los recursos que hagan de esa inclusión una realidad.

jueves, 5 de junio de 2025

Educando en la diversidad

 * https://www.eldiario.es/cultura/abril-zamora-persona-reciba-premio-da-mensaje-importante-quieras-trae-recompensa_1_12355387.html



Abril Zamora: “Que una persona como yo reciba este premio da un mensaje importante: ser quien quieras ser trae recompensa”

La actriz, galardonada con el premio Taules del sindicato de actores valencianos AAPV, dedica el reconocimiento “a todos los padres y a todas las madres que educan a sus hijos, hijas e hijes en la libertad”

— Abril Zamora: “Que el personaje sea trans no es importante, que yo sea una showrunner trans sí”

La actriz Abril Zamora recibió este lunes el Premio Taules en la gala de la Associació d'Actors i Actrius Professionals Valencians (AAPV), en una ceremonia plagada de reivindicaciones –incluido el grito de “Mazón dimisión”– que la artista tampoco dejó escapar. Empezando por criticar la “censura de la tele pública”, después de que la televisión valenciana À Punt se negara a retransmitir la gala del sindicato de actores y actrices, pese a haberlo hecho en todas sus ediciones anteriores. La entrega de premios se celebró en el Teatre Principal de Valencia y, ante el 'apagón' de la tele valenciana, se transmitió en el canal de Youtube del medio especializado Kinótico.

“Al censurar esta gala en la tele pública, están privando a las nuevas generaciones del mensaje importante de que una persona como yo reciba un premio como este, que simboliza cosas como que ser quien quieras ser es algo natural y maravilloso, y trae todo tipo de recompensas”, dijo Abril Zamora al subirse al escenario. “Aunque no paramos de leer noticias terribles sobre agresiones y sobre pérdidas de derechos, hay mucha gente que apoya y defiende el derecho a ser y a existir. Este premio tiene mucho de declaración de intenciones y me enorgullece muchísimo pertenecer a un gremio que no solo celebra la diversidad, sino que la premia”, prosiguió.

La directora de 'Todo lo otro' dedicó el premio “a todos los padres y a todas las madres que educan a sus hijos, hijas e hijes en la libertad”. “No soy madre, pero en un momento me di cuenta de lo importante de llenar estos espacios para que las niñas, niños y niñes trans pudieran verse reflejados. Es importante ver todo tipo de realidades para descubrir la tuya propia”, explicó.

Zamora defendió que “la ficción, el teatro y el audiovisual deberían ser una ventana para mostrar estas realidades”. “Nuestra asignatura pendiente es tener una ficción más inclusiva donde veamos tallas diferentes, etnias diferentes, personas con discapacidad totalmente alejadas de estereotipos”, reivindicó, ante los aplausos del público.

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“Solo tenemos una vida y es una pena desperdiciarla”

“He visto a muchísima gente joven aquí y es maravilloso. Una de las cosas que me hubiera gustado que me dijeran es que vais a trabajar 40 horas de camarera, de dependienta, de un montón de cosas. Vais a llegar a casa super quemados y quemadas, no vais a tener coño para hacer videobook, currículum y todo eso. Pero no perdáis de vista el objetivo, porque solo tenemos una vida y es una pena desperdiciarla haciendo algo que no nos guste”, exclamó la actriz. “Por último, quiero dedicárselo a mi yo de 8 años, que estaría superfeliz cogiendo un premio como este vestida con un vestido como este”, concluyó Abril Zamora, entre aplausos y ovaciones.

Abril Zamora: “Que el personaje sea trans no es importante, que yo sea una showrunner trans sí”

Abril Zamora: "Que el personaje sea trans no es importante, que yo sea una showrunner trans sí"

El premio Taules “reconoce a una persona o entidad de fuera de Valencia cuyo trabajo se considere relevante e importante por la visibilidad tanto a nivel artístico como social”, según las palabras de la presidenta de la Associació d'Actors i Actrius Professionals Valencians, María Almudéver. La AAPV ha destacado de la galardonada de esta edición “su valentía al visibilizar la realidad del colectivo trans y su enorme impacto como figura pública”.