Dedicado a tod@s l@s niñ@s del mundo

El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender (Montaigne)

miércoles, 22 de febrero de 2017

¿Cuánto hemos avanzado en inclusión?


¿CUÁNTO HEMOS AVANZADO EN INCLUSIÓN?
A veces parece que nada, a veces que si. Pero la verdad es que la escuela no es inclusiva porque la sociedad no lo es. Por que es más fácil excluir que entender, que tomarse la molestia de aprender.

Ya sabemos que un aula de 30 niños es un aula con 30 necesidades. Pero también sabemos que un profesor por alumno ni es posible ni es últil, porque el aprendizaje no sólo mejora en sociedad, sino que se potencia y se enriquece.
El aula inclusiva es EL AULA, y lo demás es un agrupamiento de niños puestos en fila para ser adiestrados. Aprender a entender lo que cada niño necesita, dislexia, autismo, sindrome de down, tdah, problemas de audición o visión.... dicen que es imposible, pero no lo es. Porque lo único que hace falta es un corazón muy grande que se acerque a los niños, a su mundo y a su interior libre de clichés y de prejuicios.
Y no sólo los maestros, las familias formamos parte del proyecto inclusivo.
Hoy, un poquito más acerca del pequeño mundo de los niños con autismo.


https://lahabitaciondelucia.wordpress.com/2015/12/12/daria-lo-que-fuera/

 Daría lo que fuera por saber qué piensas aunque solo fuese un minuto, cuando intentas hablar y las palabras se quedan a medias entonces unas pequeñas lágrimas salen de tus ojos y me miras como diciendo: “dilo tú” y si acierto la palabra que querías decir la expresión de tu cara cambia por unos instantes y se refleja un gran alivio.
Si no acierto la palabra rompes a llorar de pena porque no te entiendo. No es rabieta, es pena. Entonces, rápido saco los pictogramas pero no es ninguno, me voy a por un papel y lápiz y sin pensar mucho escribo: “quiero…” y dejo un espacio en blanco para que continúes tú. Entonces tú escribes: “abrcito”, pienso y vuelvo a pensar hasta que descubro que lo que quieres es un abracito, que es la forma en como tú llamas a los abrazos. Y nos hemos dado un abrazo fuerte y muy largo, creo que las dos lo necesitábamos hoy.
Daría lo que fuese por convertir esas medias palabras en palabras completas, en oírlas y entenderlas para que no te sintieras frustrada y cansada de hacer ese esfuerzo tan grande durante todo el día. Para que no saliesen esas lagrimas nunca más.
Daría lo que fuese porque la gente viese el esfuerzo que haces, tu día es mucho más agotador que el de cualquier niño, y aún así, sigues todos los días intentándolo.
Esta noche cuando todo ha terminado, he pensado que le iba a contar a todo el mundo cómo te estabas esforzando en decir una palabra, lo que suponía esa palabra y que se dieran cuenta y no se engañaran más. Les quería decir también que daría lo que fuese porque la sociedad no tratara a las personas con autismo como un estorbo, como alguien que no puede aportar nada, como si no fuesen personas, sino cosas, como que no tienen sentimientos, como que viven en su mundo, etc.
Cuando no se respetan sus derechos, cuando no se les dan oportunidades o se las quitan, cuando directamente la idea que te haces de ellos es que nunca van a conseguir demasiado, es cuando los están tratando con inferioridad y entonces es cuando yo daría todo lo que tengo para cambiar eso.
Lo daría porque de todos ellos, de su actitud, de lo que hagan los partidos políticos respecto a educación y necesidades educativas especiales, de algunos profesores, de lo que la sociedad quiera implicarse con las personas con diversidad funcional, depende que podamos construir un futuro bueno para todas ellas, el que se merecen, el suyo, el que toda persona debe tener: ser valorado y tratado con dignidad y respeto, algo que es poco frecuente ahora y que yo confío en que cambie, no confío, no no , yo quiero que sea así.
Muchas cosas de su futuro dependen de vosotros y otras muchas de la sociedad, Lucía, Rafa, Ares, Noa, Rubén ya están haciendo su parte, ahora faltáis vosotros, os necesitamos.
Necesitamos implicación pero lo que más necesitamos es querer esa implicación, querer hacerlo es lo importante, lo demás llega solo.
Daría lo que fuese por muchas cosas más… pero por ti, Lucía, daría mi vida entera.
Espero que algún día puedas leer esto y entenderlo y que en ese momento muchas cosas de las que pido se hayan cumplido.
Estoy muy orgullosa de ti, princesa. Eres muy valiente, ojalá todo el esfuerzo que haces día a día, tenga su recompensa y tengas un futuro donde no se rechace a nadie por su etiqueta, eso dice mucho de las personas que convivimos en esta sociedad.
Adelante siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario